lunes, 30 de noviembre de 2009

Fin de semana en Asia


Queridos lectores,
menudo fin de semana me he pegado en la costa oriental del Sinaí. En una clase de geografía os contarían que Asia empieza en el Canal de Suez (que, por cierto, es muy corto). De ahí que Egipto no se defina completamente bien entre Asia, Africa y Oriente Medio (yo creo que es un poco todo, para qué tanto definir... que pesadez).
Ibamos 4 en el bus: Axel, Billy-Bob, Emilie y yo. El segundo es colega del primero. Y los demás formamos parte de un grupo de amiguetes sobre el que tendré que escribir aparte un día de estos.

El viaje se desarrollo en 3 etapas:
Día 1: Cairo - Dahab. Ciudad turística. Minúscula. Hippies todos ellos, la mayoría de "me conecto al interné para controlar mis acciones del mercado bursátil". Esos hippies. Pero guay. Mucho hotel, mucho restaurante, mucho buceo.
Cerca de allí fuimos al "blue hole" (aquí vais a tener que googlear un poco porque no tengo foto aérea). El que no sepa qué es un Blue Hole, le recomiendo que lo ponga en Google y flipe. Arrecife, mil especies de peces, coral, esponjas... y hasta una tortuga enorme nadando con nosotros (esto fue de lo mejor, palabra). El resto del día, vida contemplativa, charlar con la peña, comida y Sol.
Salimos por Dahab. Este día lo pasamos con Sandriña, que es más maja que las pesetas, y unos amiguetes de ella (eran como 5), más nosotros (4), más 2 que vinieron de Nuweiba, más la Jazzmine y su amigo. Total: buena peña. Todo improvisado eso sí. Tengo que decir que el billete me lo sacó Audrey y no sabía ni la compañía de bus; no tenía reserva en hoteles, no sabía donde había que bajarse ni si podía comer. Si no fuese poco, no llevaba pasta apenas y el cajero no funcionaba (normal). Sólo me faltó ir solo.

Día 2: por la mañana, Dahab, y cuando Axel y Billy-Bob llegaron de bucear, comida-cena y nos piramos a Nuweiba: 1 hora de trayecto con parada en el desierto para bailar incluida.
Nweiba es otro rollo. GEO estaría en su salsa. Son chozas de madera con hamacas a (literalmente) 2 metros del agua tropical (hay poca marea). Comida de nativos, bebida (birra), orégano, té, beach volley, snorkling, fútbol playa... ¡Una tragedia vamos!
Teníamos guitarra y pasamos la noche cantando. Es increible cómo el fuego hace que te quedes mirando horas y horas, pensando en mil cosas o sin pensar. En el ejército sueco lo llaman "la tele del cazador".

Día 3: lo pasamos en la más absoluta calma en el campamento. Aquí vino el fútbol y el snorkling. Nos dimos también un baño en el mar con la silueta de las montañas de Arabia Saudí de fondo. Realmente el sitio es espectacular.

Ahi van las FOTOS

Y de vuelta a la civilización.

6 horas de coche, 2 paradas, 1 botella de agua, 2 bolsas de patatas, 2 zorros del desierto, 1 accidente, 4 sms y 3 llamadas, 1 canal de suez, 4 controles de carretera, 52 canciones y 1 hora de tráfico más tarde, ya estaba en casa. Fue una paliza pero ya lo creo que mereció la pena.


Lo mejor, todo (tortuga y la gente, lo más destacable dentro del sobresaliente global). Lo peor, levantarme hoy con mil cosas: diarrea, vómitos, fiebre, cansancio. Por algo que comí. Puede ser.
Pero el momento, malísimo: con curro pendiente de última hora y con un viaje a Jordania y Siria a las puertas.
Dios proveerá.

Por cierto, mi querido amigo Essam ha sido padre de una niña. ¡MABRUK ESSAM!

3 comentarios:

  1. por fin te localizo jejje, soy antonio peli, bueno gitano que ya te tengo localizado, es quela chio ha tardado un poco al darle el link de tu mail .. lo que son las cosas. Me han encantado las fotos que has puesto aqui ¿qué cámara pillastes al final? Venga un saludo y echate por la sombra jejeje

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  2. guilleeeeee que me pierdo!!! unificación yaaaaaaaa!!!

    isa

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