Queridos amigos,
ha sido una semana dura. Con esto no me refiero a que haya salido mucho y esté roto. No. Qué más quisiera yo. Me refiero a que ha habido trabajo. ¿Mucho? No. Mucho no, el suficiente.
La vida por aquí sigue y los planes son inabarcables. Invitaciones a todo. Para no aburrirse. A día de hoy tenemos una vida social cairota que nos permite desechar planes (siempre con la mayor elegancia) y que no tiene nada que envidiar a "la Leti y al Felipe" o al Papa en temporada alta.
Mi querido Llopis sigue viento en popa y parece que se recupera del pié (casi sin ir al médico ni nada) y comenta que se va a atrever a lo del fútbol esta semana que entra. A ver cómo le va porque ya me veo en plan enfermera. Continúa con su mundo "Llopislandia" y con sus frases oportunas. Lo cierto es que hace que esto sea un poco mejor si cabe. A pesar de su lesión siguió dándolo todo y a base de experiencia se está convirtiendo en un mito español haya por donde pisa en esta polvorienta ciudad.
Para mis colegas que conozcan a Fita, les comento que es igual pero en rubio. No necesito extenderme más.
Para los que no conozcan a Fita les diré que existe una frase muy sabia (creo que es de Confucio en su libro "Obras mayores y menores") que reza: "Pon un Fita en tu vida".
Desde la experiencia, lo recomiendo.
Ahora que lo pienso, de turismo andamos algo escasos. La semana que viene comienza la fiesta de "el-Aid", o fiesta del cordero, que es la versión musulmana del sacrificio de Isaac (pero aquí al que casi mata es al hermano -en mi caso, se hubiese ido a por mí y no a por Gon por motivos obvios-). En esta fiesta, las familias deben matar un cordero y repartirlo entre los pobres. Las familias acomodadas pagan a un carnicero por todo el proceso y se ahorran recoger litros de sangre y moscas para un mes en sus casas. Se hace en el mundo musulmán, es decir, que no tiene fronteras.
Me plantearé pasar por el sevillano barrio de la Macarena algún día, a ver si me saco unos filetitos.
Mi objetivo para el futuro inmediato es un "non-stop Egypt" que incluye no perder el tiempo como lo estoy perdiendo (buena señal, pero tiene su límite), leer, viajar y conocer lo que me falta.
Como nota característica es la adquisición del principal mueble de la casa: el piano. Sí, sí, tal y como "suena" (que agudo). Alquilado, por supuesto. Y con una misión: culturizar a mi Llopis en los melómanos placeres de la vida. Poco a poco va alcanzando nivel en la recta senda, pero el camino es duro y lleno de trampas (me lo encontré agazapado escuchando Bisbal el otro día). Vara de rigor y de vuelta a la vereda.
En fin, zagales y zagalas. No estoy muy imbuido hoy por el espíritu de la musa.
Os deseo un feliz finde de Jueves a Sábado, que el Domingo toca curro.
Sed buenos.
Para imbuiros totalmente en la cultura deberíais sacrificar un cordero también, pero nada de para los pobres, al horno un par de horillas con romero...
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