lunes, 31 de mayo de 2010

Paintball ?

Queridos pintores, laboristas, argumentistas, disparadores y amantes de Titanlux,


los planes de la jornada de ayer se resumían entre dar una paliza jugar al deporte universal, el Mus, con Jon y Guillermo. Poco máis. Cenar tranquilo en casa, tal vez.

El destino caprichoso hizo que tuviéramos que posponer el enfrentamiento. La llamada de Fredrik a Juan introdujo una partida de Paintball en nuestras vidas y claro, como estas cosas no pasan todos los días, tuvimos que aceptar.

Nuestros contrincantes museros lo consideraron (y consideran) como una retirada, pero no saben lo que se les avecina.


Los participantes éramos: 2 españoles, 1 holandesa, 3 suecos y 4 egipcios.
Los equipos:
Equipo ALFA: 2 españoles, holandesa y 2 egipcios.
Equipo Perdedor: 3 suecos y 2 egipcios.

Lo genial vino por parte de los suecos, que pillaron un taxi para ir hasta el sitio y, como hasta ese momento éramos nueve, ¡¡invitaron al taxista!! Creo que el buen hombre nunca se hubiera imaginado nada del género en toda su vida.

No esperaba recordar tiempos de gloria, cuando junto a mis queridos "mandriles" cabalgábamos al alba hacia la base americana de Morón de la Frontera para enzarzarnos en bolazos de pintura. Buenos recuerdos.

El caso es que el resultado final nos fue favorable. Esto de acostumbrarse a la victoria puede llegar a ser un problema. Los colegas suecos se amparaban en que Suecia no tiene ejército (que no instrucción militar) y que la instrucción militar de Egipto se resume a enseñar a leer, escribir y a vivir con poco dinero. Pero yo no hice instrucción alguna (aunque vi muchas) y Juan y Wieke menos -digo yo.

Por la noche, la despedida de Shadi. De vuelta a la República Checa. ¡Oh!

Fue un buen día, algo diferente. Aún más diferente. Un poco de buenos recuerdos, nuevas experiencias con gente buena y una despedida con sabor a pasta con pancetta.


Europa, Europa, mi querida Europa con sabor egipcio. Agitado, no batido.

domingo, 30 de mayo de 2010

Mayo, la primavera que se va


Queridos informáticos y otros seres naturales,

Mayo se acaba. Lo recordaré especialmente por una serie de eventos:
· El primero, ¡vino Isa desde Berna! Alberto rebotó en el aeropuerto por culpa del nada útil Pasaporte de Servicio.
Aprovecho: WARNING a los poseedores (que no propietarios) de Pasaporte de Servicios: TENÉIS que sacar el visado ANTES de pisar Egipto. ¿Queda claro? Ok.
De todos los paquetes de viajes y aventura que le ofrecí a Isa, se quedó con el denominado "Xtreme Egypt", que consistió en lo siguiente: escalada al Monte Sinaí, o, como lo llaman por aquí, Monte de Moisés y un día en la playa: salir Viernes por la tarde de El Cairo, 5 horas hasta el monte, subir, bajar, conducir 3 horas hasta la playa y dormir... 1.000 Km en coche, 1.000 mt hacia arriba, 1.000 hacia abajo y una siesta en 2 días. Una pequeña paliza.
Para quien no conozca la historia del monte se puede ver la película de Charlton "Culebrilla" Heston o bien la puede leer en la Biblia Cristiana, Antiguo Testamento, Exodo 24.
La subida fue dura. Un poco decepcionante (estaba lleno de turistas -no exagero al confirmar la centena-), pero mereció la pena.
Nos mentalizamos con nuestra meta y lo logramos: el manchego, la castellana, la holandesa y yo. Toda una odisea. Esquivando camellos, piedras, tropiezos, turistas, linternas. Terminamos cansados pero reconfortados.
Sinceramente dudo que Moisés subiera esa montaña, esa en concreto, pero esto es sólo un presentimiento. Igual el mismísimo Charlton Heston sí que la subió. Al bajar cruzamos el Monasterio de Santa Caterina (no entiendo este nombre para este monasterio en este sitio, pero me imagino que alguna explicación tendrá) y nos perdimos la zarza ardiente... bueno, la heredera porque, por las fotos que he visto, no está ardiendo. El sabor que quedó es agridulce. El lugar ha pasado a la categoría de "explotación turística de primer grado".
Después de la subida al monte... un día de playa en Ras Sudr.

· Tengo PC nuevo. No contar con él no ha sido duro. Ni siquiera raro. No lo puedo comparar con lo de "no tener móvil"... que mal lo pasé en Lima, al principio de mi estancia hasta que me acostumbré.

· Curso de Kitesurf. Aquí agradecería que se me iluminase sobre el funcionamiento de este tipo de cursos en otras partes del mundo, como, por ejemplo, en España.
Lo curioso de este finde es que, en contra del orden universal de las cosas, lo mejor vino por parte de lo egipcios -quién lo diría-; lo peor, por parte de los occidentales franceses que regentaban la escuela. En resumen: quisieron cobrar a Juan media hora por ponerse el equipo, meterse en el agua, salir y desvestirse; a los otros tres integrantes nos cobraron dos horas por: ponernos el equipo, volar una cometa pequeña durante 15 minutos, meternos en el agua, salir, desvestirnos. Juan no pagó, el resto no queríamos negociar. Lo más gracioso es que se hacían los indignados, jeje.
Voy a hablar en términos de casualidad: "siempre pasan estas cosas con personas de ese país" Y no soy el único. Esto es digno de estudio sociológico.

El resto del mes se puede resumir en un descenso del estrés acumulado en los últimos meses, la finalización de la tesis de Patri y la preparación interminable de mi viaje de Junio a tierras del Africa profunda.

Por supuesto tengo que hacer mención al gran deporte universal, el MUS. En la liga interna, en la que sólo hay dos equipos, Juan y yo vamos en cabeza, 8-6 (al mejor de 10). Es un detalle sin importancia al que ya estamos acostumbrados (me refiero a ir ganando), así que ya os contaré el desenlace.

Y, como no: Felicidades a José el Angoleño!! que gusto oírte, macho! Un abrazo.

A partir de aquí, muchos deberes. Desde configurar un equipo nuevo hasta actualizar fotos.
Besos y abrazos.

Son of Espinete

jueves, 6 de mayo de 2010

Ese chip que salta en el cerebro al oír ciertas cosas


Queridos brevedores,
me pregunto por qué me sorprende que "cosas" como el antisemitismo propagado (y ejecutado) por los Nazis en Alemania sigan siendo apoyadas en partes del planeta.
Me refiero en concreto a que el señor Adolfito Hitler es considerado un héroe por muchos aquí. Estas personas no son los tontos que van por ahí con banderas, pins, chapas y cabezas rapadas, propagando su "superioridad" con palizas y mala educación. Yo hablo de personas.
Al fin y al cabo, cada uno tiene sus creencias.
Personalmente pienso que cualquier religión, en su ala radical, debería ser considerada secta o enfermedad mental (a elección del consumidor).
El ejemplo más cercano es el clásico Madrid-Barça de la zona: musulmanes Vs. judíos.
El razonamiento de este artículo se puede resumir en una pregunta: -¿Por qué no apoyar a aquel que se cepilla a mi enemigo?-

Desde luego, la cosa tiene chicha y no es tan sencillo como parece (aquí me adelanto a lo que me diría mi padre, que siempre piensa que lo veo todo fácil en la vida, jeje).
Quiero dejar claro que no apoyo ni a uno ni a otro (sólo me faltaba esto, que ya tengo yo bastante con el Betis y el Sevilla -y además me comprometí a no hablar más del "dichoso" tema-).

El caso es que mi sorpresa fue esa. Un tema tan tabú, tan rechazado -hacia los de la ideología esa-, tan marcado y notorio... que sea aceptado por algunos. ALGUNOS. O por lo menos, que muchos vean a A.H. no como alguien malo, sino como un político alemán que algo hizo, aunque no sepan bien ni el qué ni si fue mucho o poco, malo, bueno o regular.
Esto demuestra que la historia la cuentan siempre los vencedores y que influye mucho la visión del país.
Hablo de personas universitarias y no universitarias en Egipto.
No hablo de TODOS los egipcios.

Me pregunto cuántas más de estas cosas me ha dado mi educación, erosionando lenta y sigilosamente mi capacidad de juicio relativo. Desde luego, rechazo lo que Adolfito hizo, pero quizás no me debería haber chocado tanto cuando vi los libros sobre el nazismo por las calles por primera vez.

¡Qué calor hace hoy!

sábado, 1 de mayo de 2010

En la óptica


Queridos oftalmologoadictos, topos y superhombres,
os iba a contar aquella vez que intenté durante una semana hacerme vegetariano. Iba a hablar sobre las dificultades de tamaña proposición, sus adversidades y la fustración al verme incapaz (en parte por mí, en parte por la oposición brusca del sistema). En vez de esto, que no deja de ser una mera anécdota, paso a relataros sobre el día en el que me acompañó Yasmin a la óptica, a por unas gafas, de las de ver.
La calle 26th of July, en Zamalek, tiene varias ópticas.
Mi idea estaba clara: unas gafas rectangulares, de pasta fina, con las patillas de metal plano. Negras.
Mi lado derecho del cerebro me dijo: "llévate una foto", pero no le hice caso. Lo llamé "exagerao".
Pensaba hacerlo a modo de diálogo de cada óptica pero, sorprendentemente, en todas tuve la misma conversación.
Ahí va.

Optico: Hola señor.
Guille: hola.
O: ¿qué desea?
G: unas gafas.
O: ajá. ¿De qué tipo?
G: pues unas rectangulares, de pasta fina, con las patillas en metal plano. Todo negro (os suena, no?)
O: O.K. A ver que tal este modelo.
[Gafas redondas de metal con las patillas de varilla. Marrones] -creo que no lo ha pillado-

G: (apelando a la seriedad) Creo que no me ha entendido. En realidad las quería cuadradas, no redondas.
O: ¿estas mejor?
[Gafas rectangulares. Patillas de pasta. Verdes] -nos acercamos-
G: (suspiro, como antes de una maratón) Algo así, pero buscaba que la patilla fuese de metal.

[Gafas blancas. La patilla es de metal plano con pequeños diamantitos. Las lentes, al aire] -agua-

G: (otro suspiro. Miro enderredor)
O: ¿estas sí, señor?
G: (apelando a la calma) No, no. Las quiero cuadradas. Negras. Patilla de metal. Marco de pasta fina.

[Gafas con patilla de pasta fina y marco de metal. Parecen rectangulares]

G: Sí, como estas pero al revés.

[Me trae unas Rayban de piloto. De sol]
-se me escapa una lágrima de desesperación. Han transcurrido 15 minutos-

G: De sol, no. De vista.

[Gafas rojas, de pasta gruesa. Eso sí, rectangulares] -me mira como si le hiciera la vida imposible-

G: (apelando a la paciencia milenaria) A ver. Rectangulares. Esto (señalando al marco) de plástico. Esto (señalando a las patillas) de metal.
-5 minutos rebuscando en cajones-
-esperanza-
...
O: ¡estas señor!

[Gafas rectangulares. Marco de pasta fina. Patillas de metal plano. Negras.... con dimantitos rosa
y verdes]

G: ¿realmente piensas que me voy a poner estas gafas?
O: no entiendo señor. (Después de esto he renunciado al sarcasmo siguiendo el consejo de Juan)
G: No, estas no. Las quiero negras enteras.
O: ah, de esas no tenemos.
G: (suspiro, cuento hasta 10. Mejor hasta 20. Cierro los ojos cinco segundos y le vuelvo a mirar). ¿De verdad no tiene gafas rectangulares con patilla de metal plano y marco de pasta negras?

[Me trae unas Police. Todo de metal, plateado en el marco y negro en la patilla. De sol]

Noto los ojos inundándose de impotencia. Me giro, agarro a Yasmin (que danzaba por ahí probándose gafas de sol para niños) y me voy de la óptica.

Nota mental: hacer caso al lado derecho del cerebro.
Moraleja: qué bien funcionan mis gafas antiguas! :)

Menos mal que he topado con profesionales.