Día 4. Sábado.
Me levanto después de dormir regular otra vez. Me responden que son los efectos del kat cuando se lo comento.
No tiene puta gracia, jaja.
Por la mañana voy con Lotf (significa "amabilidad") a Inmigración, a ver qué pasaba con mi paso de 15 horas a la vuelta (¿a la vuelta de qué? -seguid leyendo)
No hay problema.
Aprovecho para ir a visitar la Mezquita del Presidente, en las afueras. Con capacidad para 20.000 personas y terminada hace menos de dos años, es una de las más bonitas que he visto en mi vida (y he visto varias). Es abrumadora. Lotf se ríe pero, al poco, se tumba conmigo y se deja contagiar por mi impresión.
Salimos de allí y quedo con Ayman y Abdullah. Vamos al mercado y a comer fuera del centro. Les acompaño a comprar Kat donde me encuentro con el jefe de policía que me dio el permiso para Menaha. Charlamos un poco y me hago una foto para el recuerdo.
Duermo la siesta, cosa que casi nunca hago. Me vuelvo a pirar con Lotf y su moto hasta las montañas que rodean Sana'a para fumar una shisha. Qué buenas vistas.
Compro postales que nunca enviaré (de momento) y me paseo por el centro con Mohammed. Compro varias cosas (dos "yimbias" y un cinturón), paseo y paseo hasta que quedo con Albert y Laura, amigos de Holly. Tomamos un té de jengibre. Hablamos de la situación del país, de las diferencias con Egipto, de al-Qaeda, de Israel (ese país que ya sabes que no podemos nombrar, guiño, guiño). Vuelvo al hotel y, tras charlar y despedirme de Mohammed, Abdu, Lotf y Omar,me voy a la cama. Me espera un día duro.
Buenas noches.
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