jueves, 14 de enero de 2010

Aida, de Verdi. Qué propio


Queridos todos.
¡Qué propio! Lo digo por la ópera, Aida, y por el sitio, El Cairo.
Y es que el amigo Verdi montó esta ópera ambientada en el antiguo Egipto. De ahí toda la parafernalia. La ópera es chula, pero la destriparon a base de bien. La orquesta, demasiado alta, los cantantes desafinaron y cantaban fuera de tiempo, el ballet parecía de 2º de preescolar, pero la ambientación y la puesta en escena... eso es otra cosa. Ya lo creo que mereció la pena pillar un asiento en Patio en séptima fila y dejarse ahí los cuartos (unos 17€). Fue todo un espectáculo: esfinges, faraones, obeliscos, pirámides, colosos, barcos... además del vestuario. De lo mejor que he visto.
La pena es cómo cantaron (ay, mi madre). No he escuchado nada así desde el destrimpamiento del Don Giovanni de Mozart en Madrid durante el día de la música (que irónico).
Al menos, de los 5 protagonistas, tres y medio se libraron. Uno y medio desde el principio, los otros dos fueron de menos a más.
La orquesta no tiene perdón divino.
La compañía, inmejorable.
Tres horas y media.
Nota: 6,5/10

3 comentarios:

  1. ay... tu madre?, solo fué a ver como NO funcionaban las reservas en taquilla y conocer a la señora francesa, que nos entretuvo un buen rato, pero muy agradable.Solo por ver la Opera, aunque solo sea el edificio merece la pena ir. un saludete.

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  2. joe....a mi me hubiera encantado verla allí y reirme con los desafinamientos anecdóticos...yo me estoy planteando ver Electra de Strauss por Bruselas....ya te contaré. Un abrazo. Pati.

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  3. Hubieramos reido bastante. Todo hay que decirlo, los cantantes extranjeros fueron mejorando. El mejor (por ser decente y constante), un egipcio.
    Electra no me convenció en Viena, me salí. Cuestión de gustos, claro. La tengo en la misma lista que al holandés errante.

    Disfruta y me cuentas.

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