viernes, 18 de marzo de 2011

Realpolitik en el Siglo XXI

Hola,
esta mañana leí en la prensa que la ONU aprueba el ataque de EE.UU. (otra vez), Reino Unido y Francia a Libia.
Por supuesto, van contra Gadhafi. Digo "por supuesto" porque, a día de hoy, es lo que toca.
Este señor es un dictador desde hace mucho tiempo, décadas.
Ahora le atacan porque.
¿Por qué ahora? -se preguntarán algunos.

Hace semanas, hubo un levantamiento popular en Libia. Al principio parecía que "los rebeldes" ganaban. Las naciones occidentales comenzaron, entonces y tímidamente al principio, a pronunciarse contra Gadhafi.
Resulta que, como la Historia es así, Gadhafi, a día de hoy, lleva todas las de ganar. Todo volvería a estar "como antes", con la diferencia de que los que Gadhafi pensaba que eran "amiguetes", resulta que le habían puesto "a parir".
¿Y qué? Pues que Libia exporta su gas a Europa. Sí, sí. Ese gas que deja a los europeos calentitos en invierno.
Supongo que los presis europeos y otros colegas (Obama and Co.) habrán pensado un poquito (confío en ello) y habrán llegado a la conclusión de que igual si gana Gadhafi, con la sarta de cosas que han dicho sobre él, el líder libio les deja sin Gas.
Mmm... esto no puede ser. Vamos a atacarle para:
1. Liberar al pueblo libio: oprimido desde hace años.
2. Detener la matanza: que lleva semanas.
3. Garantizarnos el gas.
4. Derrocar a un dictador: que lleva décadas haciendo de las suyas y los gobiernos occidentales consintiéndoselo.

Envía tu respuesta al 666-OBAMA y podrás ganar un crucero por las arenas líbicas para ver a los inmigrantes repatriados de Italia, muertos por inanición.

Obviamente, la respuesta correcta es la 3.

Menos mal que España, ese gran país! no ha apoyado nada (tampoco está en condiciones), porque, si no, a un servidor le hubiesen entrado arcadas.

La REALPOLITIK, esa que lleva años rigiendo las políticas occidentales, ha alcanzado límites extra-teóricos.
Yo sólo (y solo) pido un poco de sentido común y volver a retomar las defensas de nuestros valores como culturas "autónomas" que somos, y dejar de anteponer la pasta a las vidas de otros. Yo defiendo mi dignidad a mi manera. No soportaría estar calentito en invierno sabiendo que eso implica la muerte de miles de personas, por mucho que a mi estado le parezca bien.
Con esa actitud, no me representa.
¿Dónde termina este camino?

HIPOCRITAS.





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