domingo, 20 de marzo de 2011
Japón
Más de 8.000 muertos. Más de 12.000 desaparecidos.
En Europa preocupa mucho el tema nuclear. El Gobierno español está llevando a cabo una campaña de revisión de las centrales de forma extraordinaria. Digo "extraordinaria" porque lo está llevando a cabo después de lo que sucedió en Japón hace una semana. Un maremoto cuya ola golpeó las costas del noreste del país afectando a una central nuclear de la zona.
Más de 8.000 muertos. Más de 12.000 desaparecidos.
El debate ahora, incluye el problema de la asistencia de las personas que permanecen en la zona, pero, sobre todo, se refiere a la seguridad de la energía nuclear y su seguridad, reavivando el debate de finales de los años '80.
Más de 8.000 muertos. Más de 12.000 desaparecidos.
Es un debate que sigue sin quedar claro para muchos. Yo lo tengo clarísimo, sobre todo, tras el avance en renovables. Pero supongo que, como de costumbre, hay un trasfondo de enriquecimiento de unos pocos. Aún así, me alegro de que mi gobierno destine recursos, esfuerzo y presupuesto (de ese tan abundante) para proteger a la población por si en el Mediterráneo se da el caso de un maremoto que afecte a alguna de las centrales costeras. Sería toda una catástrofe. Voy a buscar la fecha del último maremoto en el Mediterráneo para ver si nos toca otro pronto.
Más de 8.000 muertos. Más de 12.000 desaparecidos.
El debate debería ser otro. Japón se levantará. Sobrevivirá. Siempre lo ha hecho. Después de cosas más gordas, lamentablemente. Es una pena lo que está pasando. Sinceramente pienso que el debate no deberían ser las chorradas nucleares que se están inventando, sino que deberían centrarse en "hacer el bien, haciendo el menor mal posible" y ayudar a quien realmente lo necesita.
Más de 8.000 muertos. Más de 12.000 desaparecidos.
ANEXO:
El debate debería ser todavía otro, además de aquel. La energía nuclear genera desechos, que son radiactivos. ¿Alguien sabe dónde van esos desechos? Quizá deberíamos preguntárselo a los negritos de países como Ghana, Sierra Leona, Somalia... que no se enteran de nada y que un buen día encuentran un barril en sus playas y, ¡anda! 70% de la población con cáncer.
Pero, ¿a quién le importa, no?
Tampoco vamos a cambiar el mundo.
Regocijémonos en nuestro privilegio primermundista y en las acciones de nuestros gobiernos que actúan con nuestro beneplácito.
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