Menos mal que, como reza el título de esta, todo lo que sube tiene que bajar y viceversa.
Lo bueno de estar en un hoyo es la perspectiva que se tiene de todo. Mejor que eso, darse cuenta de que existen otras perspectivas y de que existe la cuarta dimensión, el tiempo, que todo lo relativiza.
No voy a entrar en detalles, pero precisamente fue saltarme mi paréntesis lo que me echó un gran cable para lidiar de la mejor forma con lo que fuera que pasara ese día.
Ya estoy en El Cairo. Acabo de llegar, después de un fatigoso (y, según Marta, anti ecológico) viaje con escala en Amman. El viaje ha sido algo distinto porque me he puesto a rajar con la mayoría de las personas con las que me cruzaba (algo que no es normal en mí).
A modo de epílogo diré que los días en la piel de toro fueron de balance positivo y me dio un poco de pena que no hubieran sido algunos más.
Me hubiese gustado pasar algo de tiempo con los tres mosqueteros, pero no todo puede salir bien al 100% y es cierto que mis planes eran un poco precipitados.
Me repito: 2012 va a ser un año lleno de
Suerte.
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