sábado, 7 de mayo de 2011

No sólo pirámides

Hola!
Escribo desde la tranquilidad del Sábado por la mañana de un fin de semana normal en El Cairo.
Ahora mismo me pregunto, como si estuviera en otro país, sobre las cosas que hay que ver. Recuerdo el comentario del grande Llopis cuando veníamos hacia aquí, mientras leíamos la guía: "Tío, vamos a necesitar uno o dos años para verlo todo".
No se equivocaba, no. Y menos si se trabaja (y no sólo se viaja).

Hay cosas que se conocen de antemano, gracias a la clase de Historia del "cole" y a Halcón viajes. En El Cairo, en cuanto a monumentos, tenemos las pirámides de Gizah (las famosas) y la esfinge, las de Dahshur y Memphis (en las afueras, menos conocidas, pero -creo- más interesantes), las mezquitas (para aburrirse), la ciudadela (que no conozco todavía), el zoco -Khan el Khalili-, la faluca por el río, los paseos a caballo y esas cosas.

Ya fuera de la ciudad, está el crucero por Nilo, visitando Luxor (Valle de los Reyes, de las Reinas, Tumbas, Museos...), Karnak, Kom Ombo y Aswan (y las presas y los turísticos poblados Nubios, y los poblados no tan turísticos).
Los italianos y los rusos conocen bien Sharm el Sheik y Hurghada.

Un "poco" fuera de los circuitos turísticos están los oasis, sobre todo: Siwa (de película) y Bahareyya, que no tiene nada, pero es la entrada del Sáhara Blanco.
Desierto, en árabe, se dice Sahara :)

Por supuesto, no podemos olvidar Alejandría. Y, ya que estamos en la costa norte, se recomienda Marsa Matruh y, como compound, Marina (con canales y todo).
El delta no deja de tener su atractivo, aunque es un poco desconocido para mí. Sólo estuve por un par de pueblos/ciudades y es más la vida que se respira que las ciudades en sí (que no tienen nada).

Seguimos con las destinaciones semi-turísticas y llegamos al Sinaí: en el norte, Port Said, zona franca. Más en el interior, el Monte Sinaí -donde Moisés recibió las tablas- que está lleno de feligreses de todo el mundo; y las playas de la costa Oriental: Nuweiba, Taba y, sobre todo, Dahab (mi paraíso particular).

De vuelta a la parte africana, no se pueden olvidar los oasis más septentrionales: desde Abu Monqar, al sur del oasis de Farafra, donde se ve la primera duna del Gran Mar de Arena, que llega hasta Marruecos, y pasando por Dakhla y Kharga. Aquí están las cuevas prehistóricas, los castillos y ¡el calor!
Desde el Sur se puede hacer la gran expedición del "Gulf el Kibir", básicamente, unos 10 días en 4x4 por las dunas hasta llegar a esta región, entre Libia, Egipto y Sudán.

Todo un espectáculo de la naturaleza.

El curso del Nilo está lleno de poblaciones (y de pirámides), algunas con encanto, como Beni Suef o el oasis del Fayoum (zona endémica).

Desde el Nilo hasta el Mar Rojo está el Sahara Oriental, que no tiene nada. Bueno.... tiene mucha arena, pero poco más. Algunas montañas cuando nos acercamos a la costa. Cerca de Zafarana (ya en la costa) está el Monasterio de San Antonio, con muchas escaleras y una vista desértica. Es relajante si no hay mucha gente.

Siempre en el Mar Rojo, aparte de la mencionada Hurghada, está Ein Sokhna -en la entrada del Canal de Suez-, la playa de El Cairo. Algo así como la Matalascañas de Sevilla. Nada que hacer a menos que se alquile una casa en un compound.
En el Sur, más al sur de Hurghada, Marsa Alam. El pueblo no merece la pena, en mi opinión, pero si se sigue hacia el sur, se pueden encontrar las playas más salvajes de este país: tortugas, vacas marinas, etc... (lo que cuento en la entrada anterior).

No entro en gastronomía. Lo dejaré para otra entrada.
Y estoy convencido de que me dejo algo, así que ya actualizaré.

Y hagáis lo que hagáis, NO os compréis la Lonely Planet, que se equivoca más que acierta (y no me refiero a los precios, que también)

1 comentario:

  1. Cuantas cosas de las que describes me has enseñado y cuantas me quedan por ver. En el próximo viaje será.

    PS- Buenas fotos, si señor.

    ResponderEliminar