Hola a todxs.
Hoy, es uno de esos días donde parece que todo sale de la peor forma posible.
Ahora mismo son las 12:05 del mediodía.
Anoche me acosté a medianoche. Y esta mañana me desperté a las 9:30.
Dada la flexibilidad horaria de mi actual profesión más la flexibilidad general que existe en esta cultura, no es algo que me pueda importar.
Empieza el día:
- Marco no había preparado el café de todas las mañanas. Así que nada de café (no quería hacer uno, que iba ya tarde).
- El taxista, en un despiste mío -las cosas como son-, gira por una calle que, imperiosamente, me catapultó a dar un giro enorme más el tráfico que eso conlleva.
- El cambio de la botella de agua ha sido en monedas de 50 piastras, de esas con las que se podría pagar a la madre de Juan, o del enano. Toneladas de monedas.
- El móvil, sin batería a mitad de camino.
- El ordenador tardó 15 minutos (contados) en arrancar por culpa de las actualizaciones de antivirus, de software, de controladores, de la intraweb y otras tonterías que me cago en Bill Gates ("Bil Gueits").
- Me pincho con el cactus.
- Me llaman para una reunión con "un cliente" y cuando llego resulta que estaban todos los partner, con algunos abogados más, y dos representantes de la IBA (International Bar Association): yo, sin afeitar, sin traje (camisa y corbata, eso sí), y sin tarjetas.
Cuando, después de la reunión, llegué al despacho, me di cuenta de que la corbata está manchada.
Sara se acaba de pinchar con el cactus.
-------
Escribo desde el 31 de Mayo, el día después.
Como conclusión de la jornada de ayer puedo decir que "todo lo que sube baja y viceversa, a veces".
La cosa continuó:
- la comida llegó tarde.
- el aire acondicionado se estropeó (un pequeño detalle cuando tu despacho da a un ventanal soleado en una ciudad a 35ºC)
- la reunión de las 17:00 (salgo a las 17:00) decidió llegar, siguiendo la idiosincrasia local, a eso de las 18:30. Y se empeñó, avalado por mis colegas, en emplear cerca de una hora en hacer algo que, cuando lo hizo, le llevó (contados) 6 minutos.
Y a partir de ahí, sin ningún suceso extraordinario, con cosas sencillas... la vida cambió y puedo decir que ayer fue una buena jornada.
Dejaré el misterio ahí, pendiente (que no es tanto!) para cuando nos volvamos a juntar.
Que vida tan maravillosa y perra que nos da con todo cuando menos nos lo esperamos, pero siempre es por nuestro bien. Y lo que reconforta darse cuenta.
Sed buenos.
lunes, 30 de mayo de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
Qué morriña
Cando penso que te fuches
negra sombra que me asombras
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa
Cando maxino que es ida
no mesmo sol te me amostras
i eres a estrela que brila
i eres o vento que zoa
Si cantan, es ti que cantas
si choran, es ti que choras
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora
En todo estás e ti es todo
pra min i en min mesma moras
nin me dexarás nunca
sombra que sempre me asombras.
negra sombra que me asombras
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa
Cando maxino que es ida
no mesmo sol te me amostras
i eres a estrela que brila
i eres o vento que zoa
Si cantan, es ti que cantas
si choran, es ti que choras
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora
En todo estás e ti es todo
pra min i en min mesma moras
nin me dexarás nunca
sombra que sempre me asombras.
lunes, 23 de mayo de 2011
Proyectos familiares
Hola,
últimamente tengo la suerte de poder conversar con gente muy interesante (no es algo nuevo, pero estas personas sí).
Hubo un tema sobre el que he querido escribir. Para hacerlo un poco ameno y con mayor alcance, lo haré a modo de dos cuentos.
I.
Mohamed tiene 5 hijos, una mujer, Fahema, 43 años. Y está jubilado.
Vive en Downtown Cairo. Una zona de clase media. Tiene coche. Come bien, duerme bien. Como el resto de su familia.
Sus hijos no van al colegio. Aparcan y limpian coches. El territorio lo ganó su padre hace muchos años, antes de que nacieran, antes de que se casara. Ahora, dos o tres de los chicos se turnan, mientras otro limosnea y la última está con la madre para las tareas domésticas.
Por el parkíng se pueden sacar unas 4000 libras egipcias, al menos. Con la mendicidad se incrementa un poco más.
¿Por qué iba a mandar a los niños al colegio?
¿Qué futuro se puede esperar de esta situación?
II.
Hany, que terminó la secundaria, no tiene padres. Está casado con Marwa. No tienen hijos. Hany tiene un hermano que no tiene absolutamente nada, ni familia, ni estudios. Vive con el matrimonio.
Para poder salir de esta situación donde no hay trabajo y tienen que vivir hay una posibilidad.
Un riñón vale 20.000 libras egipcias (unos 2300 Euros). Esto es verídico.
Por supuesto es ilegal, así que, tras la "intervención" te cosen y te dejan en la calle. El postoperatorio lo haces en casa.
Islam, el hermano de Hany, murió de una infección pocas semanas después de la intervención. Estaba solo en casa, quizás, porque murió por la mañana y Marwa está limpiando casas mientras Hany está conduciendo el Tata negro destartalado que compraron con el dinero del riñón para "hacer Taxi" y ganar algo de dinero. Por lo menos hasta que aguante el vehículo.
Estas dos historias son ficticias pero inspiradas en hechos reales.
Da una idea de las prioridades, la situación de las personas. Sobre todo, da una imagen clara de lo privilegiados que somos algunos (sin tener que culparnos por ello)
últimamente tengo la suerte de poder conversar con gente muy interesante (no es algo nuevo, pero estas personas sí).
Hubo un tema sobre el que he querido escribir. Para hacerlo un poco ameno y con mayor alcance, lo haré a modo de dos cuentos.
I.
Mohamed tiene 5 hijos, una mujer, Fahema, 43 años. Y está jubilado.
Vive en Downtown Cairo. Una zona de clase media. Tiene coche. Come bien, duerme bien. Como el resto de su familia.
Sus hijos no van al colegio. Aparcan y limpian coches. El territorio lo ganó su padre hace muchos años, antes de que nacieran, antes de que se casara. Ahora, dos o tres de los chicos se turnan, mientras otro limosnea y la última está con la madre para las tareas domésticas.
Por el parkíng se pueden sacar unas 4000 libras egipcias, al menos. Con la mendicidad se incrementa un poco más.
¿Por qué iba a mandar a los niños al colegio?
¿Qué futuro se puede esperar de esta situación?
II.
Hany, que terminó la secundaria, no tiene padres. Está casado con Marwa. No tienen hijos. Hany tiene un hermano que no tiene absolutamente nada, ni familia, ni estudios. Vive con el matrimonio.
Para poder salir de esta situación donde no hay trabajo y tienen que vivir hay una posibilidad.
Un riñón vale 20.000 libras egipcias (unos 2300 Euros). Esto es verídico.
Por supuesto es ilegal, así que, tras la "intervención" te cosen y te dejan en la calle. El postoperatorio lo haces en casa.
Islam, el hermano de Hany, murió de una infección pocas semanas después de la intervención. Estaba solo en casa, quizás, porque murió por la mañana y Marwa está limpiando casas mientras Hany está conduciendo el Tata negro destartalado que compraron con el dinero del riñón para "hacer Taxi" y ganar algo de dinero. Por lo menos hasta que aguante el vehículo.
Estas dos historias son ficticias pero inspiradas en hechos reales.
Da una idea de las prioridades, la situación de las personas. Sobre todo, da una imagen clara de lo privilegiados que somos algunos (sin tener que culparnos por ello)
miércoles, 18 de mayo de 2011
Diferenciar entre un final y un nuevo inicio (I)
El Cairo en árabe se dice "Al Qahyra". Significa "La Victoriosa".
Es una ciudad particular donde la vida no es común, ni mucho menos. Estoy convencido de que habrá otros sitios así pero no se trata de una comparación.
La migración del campo, unida a la altísima tasa de natalidad, hacen que sea la ciudad más poblada de Africa, una megalópolis que lo llaman. La única con metro y otras particularidades más.
Estar aquí es ser consciente del conflicto israel-palestino. Aprovecho para dar una visión nueva, que acabo de conocer:
Normal Finklestein: un artículo (en francés) y una entrevista (en inglés).
Y no digo nada más sobre el tema.
Estar aquí es aceptar como normal cosas que nunca había visto y que rayan el orden de las cosas en las que he sido educado. Es encontrar sonidos nuevos y reencontrar letras de canciones que adquieren un sentido nuevo o, simplemente, un sentido. Puedo hablar de Pink Floyd o Radiohead, principalmente.
Es una ciudad viva con vida propia donde, a veces, uno se prueba a sí mismo o es la ciudad la que te prueba. Te altera los sentidos, las ideas, los valores y la forma de pensar.
Tiene relámpagos de cine, lluvia torrencial de 2 días, viento de 50 días, tormentas de arena que te sumergen en el desierto, coherencias e incomprensiones. Y las personas. Con sus más y sus menos.
La odio y la amo. Es incomprensible. No lo sé explicar ni a mí mismo. Es un sentimiento inclasificable. Pero es adictivo.
Otra de las cosas con las que tropiezo van precisamente con este ciber-hueco: la escritura.
Encontré un blog de una colega que me dio ese toque que mezcla nostalgia, ganas y cambio. Pero tengo muchas cosas en la cabeza y no puedo estar a la altura.
Mi país se ha levantado y aún hay mucho por hacer. He tenido el privilegio (más que la suerte) de poder asistir a este proceso desde la frase embrionaria y eso me ha traído grandes discusiones, debates, puntos de vista, amigos, peleas y golpes de humildad que necesitaba. Que no me hacen mejor, pero hacen de mí otra persona con una perspectiva diferente.
Será cierto, al final, que no se puede hacer todo.
Y ese final, ¿dónde está? Siempre he creído que hay dos tipos de finales: los que tocan y los que se sienten.
El sentimentalismo personal influye mucho aquí, pero es cierto que todos tenemos ese intuición que nos guía, a veces.
Hay decisiones que tomamos que nos llevan a cruces en el camino. Algunas son consecuentes, otras las toman por nosotros, de forma acertada o no. Hay que aprender a aceptar lo que ocurre, guste o no, aunque duela. Y siempre tener la certeza de que la evolución, los cambios o como se quiera llamar van a mejor.
Hoy puedo recomendar un libro: Rayuela, de Julio Cortázar.
Puedo recomendar una canción: Ai Vida! de Cristina Branco.
Puedo recomendar muchas más cosas, pero no sé para qué ni para quién.
Me pregunto sobre el futuro, el inmediato. En como algunas decisiones o charlas pueden determinar el futuro grande, el Futuro con mayúsculas.
sábado, 7 de mayo de 2011
No sólo pirámides
Hola!
Escribo desde la tranquilidad del Sábado por la mañana de un fin de semana normal en El Cairo.
Ahora mismo me pregunto, como si estuviera en otro país, sobre las cosas que hay que ver. Recuerdo el comentario del grande Llopis cuando veníamos hacia aquí, mientras leíamos la guía: "Tío, vamos a necesitar uno o dos años para verlo todo".
No se equivocaba, no. Y menos si se trabaja (y no sólo se viaja).
Hay cosas que se conocen de antemano, gracias a la clase de Historia del "cole" y a Halcón viajes. En El Cairo, en cuanto a monumentos, tenemos las pirámides de Gizah (las famosas) y la esfinge, las de Dahshur y Memphis (en las afueras, menos conocidas, pero -creo- más interesantes), las mezquitas (para aburrirse), la ciudadela (que no conozco todavía), el zoco -Khan el Khalili-, la faluca por el río, los paseos a caballo y esas cosas.
Ya fuera de la ciudad, está el crucero por Nilo, visitando Luxor (Valle de los Reyes, de las Reinas, Tumbas, Museos...), Karnak, Kom Ombo y Aswan (y las presas y los turísticos poblados Nubios, y los poblados no tan turísticos).
Los italianos y los rusos conocen bien Sharm el Sheik y Hurghada.
Un "poco" fuera de los circuitos turísticos están los oasis, sobre todo: Siwa (de película) y Bahareyya, que no tiene nada, pero es la entrada del Sáhara Blanco.
Desierto, en árabe, se dice Sahara :)
Por supuesto, no podemos olvidar Alejandría. Y, ya que estamos en la costa norte, se recomienda Marsa Matruh y, como compound, Marina (con canales y todo).
El delta no deja de tener su atractivo, aunque es un poco desconocido para mí. Sólo estuve por un par de pueblos/ciudades y es más la vida que se respira que las ciudades en sí (que no tienen nada).
Seguimos con las destinaciones semi-turísticas y llegamos al Sinaí: en el norte, Port Said, zona franca. Más en el interior, el Monte Sinaí -donde Moisés recibió las tablas- que está lleno de feligreses de todo el mundo; y las playas de la costa Oriental: Nuweiba, Taba y, sobre todo, Dahab (mi paraíso particular).
De vuelta a la parte africana, no se pueden olvidar los oasis más septentrionales: desde Abu Monqar, al sur del oasis de Farafra, donde se ve la primera duna del Gran Mar de Arena, que llega hasta Marruecos, y pasando por Dakhla y Kharga. Aquí están las cuevas prehistóricas, los castillos y ¡el calor!
Desde el Sur se puede hacer la gran expedición del "Gulf el Kibir", básicamente, unos 10 días en 4x4 por las dunas hasta llegar a esta región, entre Libia, Egipto y Sudán.
Todo un espectáculo de la naturaleza.
El curso del Nilo está lleno de poblaciones (y de pirámides), algunas con encanto, como Beni Suef o el oasis del Fayoum (zona endémica).
Desde el Nilo hasta el Mar Rojo está el Sahara Oriental, que no tiene nada. Bueno.... tiene mucha arena, pero poco más. Algunas montañas cuando nos acercamos a la costa. Cerca de Zafarana (ya en la costa) está el Monasterio de San Antonio, con muchas escaleras y una vista desértica. Es relajante si no hay mucha gente.
Siempre en el Mar Rojo, aparte de la mencionada Hurghada, está Ein Sokhna -en la entrada del Canal de Suez-, la playa de El Cairo. Algo así como la Matalascañas de Sevilla. Nada que hacer a menos que se alquile una casa en un compound.
En el Sur, más al sur de Hurghada, Marsa Alam. El pueblo no merece la pena, en mi opinión, pero si se sigue hacia el sur, se pueden encontrar las playas más salvajes de este país: tortugas, vacas marinas, etc... (lo que cuento en la entrada anterior).
No entro en gastronomía. Lo dejaré para otra entrada.
Y estoy convencido de que me dejo algo, así que ya actualizaré.
Y hagáis lo que hagáis, NO os compréis la Lonely Planet, que se equivoca más que acierta (y no me refiero a los precios, que también)
Escribo desde la tranquilidad del Sábado por la mañana de un fin de semana normal en El Cairo.
Ahora mismo me pregunto, como si estuviera en otro país, sobre las cosas que hay que ver. Recuerdo el comentario del grande Llopis cuando veníamos hacia aquí, mientras leíamos la guía: "Tío, vamos a necesitar uno o dos años para verlo todo".
No se equivocaba, no. Y menos si se trabaja (y no sólo se viaja).
Hay cosas que se conocen de antemano, gracias a la clase de Historia del "cole" y a Halcón viajes. En El Cairo, en cuanto a monumentos, tenemos las pirámides de Gizah (las famosas) y la esfinge, las de Dahshur y Memphis (en las afueras, menos conocidas, pero -creo- más interesantes), las mezquitas (para aburrirse), la ciudadela (que no conozco todavía), el zoco -Khan el Khalili-, la faluca por el río, los paseos a caballo y esas cosas.
Ya fuera de la ciudad, está el crucero por Nilo, visitando Luxor (Valle de los Reyes, de las Reinas, Tumbas, Museos...), Karnak, Kom Ombo y Aswan (y las presas y los turísticos poblados Nubios, y los poblados no tan turísticos).
Los italianos y los rusos conocen bien Sharm el Sheik y Hurghada.
Un "poco" fuera de los circuitos turísticos están los oasis, sobre todo: Siwa (de película) y Bahareyya, que no tiene nada, pero es la entrada del Sáhara Blanco.
Desierto, en árabe, se dice Sahara :)
Por supuesto, no podemos olvidar Alejandría. Y, ya que estamos en la costa norte, se recomienda Marsa Matruh y, como compound, Marina (con canales y todo).
El delta no deja de tener su atractivo, aunque es un poco desconocido para mí. Sólo estuve por un par de pueblos/ciudades y es más la vida que se respira que las ciudades en sí (que no tienen nada).
Seguimos con las destinaciones semi-turísticas y llegamos al Sinaí: en el norte, Port Said, zona franca. Más en el interior, el Monte Sinaí -donde Moisés recibió las tablas- que está lleno de feligreses de todo el mundo; y las playas de la costa Oriental: Nuweiba, Taba y, sobre todo, Dahab (mi paraíso particular).
De vuelta a la parte africana, no se pueden olvidar los oasis más septentrionales: desde Abu Monqar, al sur del oasis de Farafra, donde se ve la primera duna del Gran Mar de Arena, que llega hasta Marruecos, y pasando por Dakhla y Kharga. Aquí están las cuevas prehistóricas, los castillos y ¡el calor!
Desde el Sur se puede hacer la gran expedición del "Gulf el Kibir", básicamente, unos 10 días en 4x4 por las dunas hasta llegar a esta región, entre Libia, Egipto y Sudán.
Todo un espectáculo de la naturaleza.
El curso del Nilo está lleno de poblaciones (y de pirámides), algunas con encanto, como Beni Suef o el oasis del Fayoum (zona endémica).
Desde el Nilo hasta el Mar Rojo está el Sahara Oriental, que no tiene nada. Bueno.... tiene mucha arena, pero poco más. Algunas montañas cuando nos acercamos a la costa. Cerca de Zafarana (ya en la costa) está el Monasterio de San Antonio, con muchas escaleras y una vista desértica. Es relajante si no hay mucha gente.
Siempre en el Mar Rojo, aparte de la mencionada Hurghada, está Ein Sokhna -en la entrada del Canal de Suez-, la playa de El Cairo. Algo así como la Matalascañas de Sevilla. Nada que hacer a menos que se alquile una casa en un compound.
En el Sur, más al sur de Hurghada, Marsa Alam. El pueblo no merece la pena, en mi opinión, pero si se sigue hacia el sur, se pueden encontrar las playas más salvajes de este país: tortugas, vacas marinas, etc... (lo que cuento en la entrada anterior).
No entro en gastronomía. Lo dejaré para otra entrada.
Y estoy convencido de que me dejo algo, así que ya actualizaré.
Y hagáis lo que hagáis, NO os compréis la Lonely Planet, que se equivoca más que acierta (y no me refiero a los precios, que también)
domingo, 1 de mayo de 2011
Semana Santa entre arena, mar y tortugas
Hola a todos,
como ya he dicho, Egipto tiene cerca de 9 millones de cristianos que practican su religión. Por esto no es raro tener este tipo de fiestas. El despacho donde trabajo tiene trabajadores cristianos entre una mayoría de musulmanes.
Consecuencia: vacaciones de pascua (que hacen coincidir con Sham el Nesim -fiesta primaveral musulmana)
Así, junto a unos buenos amigos decidimos "tirar pa'l sur". ¿Dónde? A unos 800 Km. de El Cairo, cerca de la frontera con Sudán, a Marsa Alam.
Os dejo unas fotos AQUI.
Las descripciones me las puedo ahorrar o estaría páginas y páginas, sólo os digo que es lo más parecido a como imagino las Maldivas. No exagero.
Esencialmente: cerveza, buena comida, sol, playa, peces, tortugas y buena gente.
Tuvimos un pequeño incidente de pinchazo de uno de los coches dos veces seguidas que nos fastidió un poco el final del viaje, pero nada más allá. Sin duda, mereció la pena y conseguí lo que quería: desconectar de la vida cairota que, al cabo de un tiempo -todo sea dicho-, cansa no poco.
Por lo demás, todo bien.
Volvimos a la acividad el Miércoles y el Jueves. Y el mismo Jueves, nos fuimos a casa de Zizo a Ein Sokhna. Llevo 10 días de no parar, pero las visitas a la playa merecen la pena. Dentro de todo, se echa de menos estar tirado en el salón un par de horas. Más que nada por mi compi de piso, Marco, que sin ser mariquita, dice que me echa de menos.
Lo único malo de todo esto fue recoger el coche de alquiler (en un servicio de alquiler local). Todo empezó a eso de las 18:45, cuando el enano y yo llegamos a la oficina....
18:45: Hola, vengo a recoger el coche.
- ¿Qué coche?- ...aquí empezaron las miradas. Se nos había olvidado el país en el que estábamos.
- Mi amiga llamó para reservar un coche para las 18:30. Habló con Nabil.
- Espera, llamo a Nabil.
(conversación en árabe poco halagüeña)
- Nabil dice que tarda cerca de una hora en llegar con el coche.
Le digo a Patrizio que se pire a por sus cosas a casa y que me espera en casa de las chicas. Se pira.
19:15:
- Oye, chico. Nabil dice que tarda sobre una hora u hora y media.
- OK. ¿Hay algún café por aquí cerca?
- Sí - dice Haysan- Voy contigo.
20:30: dos shishas, 3 tés, 2 partidas de Bakgamon (que gané) después.
- Bueno, pues Nabil estará al llegar, ¿no?
- Inshalla (odio esta palabra, aunque la use)
21:30: después de ver el final de la película "Fantasmas de Marte", todo un drama interpretativo.
- ¿Alguna noticia chicos?
(llaman a Nabil)
- Dice que está a punto de llegar, que una media hora o así.
22:00: me levanto.
- Oye, llevo aquí más de tres horas. ¿Dónde COÑO está Nabil? ¿Me estáis tomando el pelo? ¿Me váis a dar un coche o no?
Les pregunto si Nabil viene de Beni Suef, de Marsa Alam o directamente desde Aswan. Se ríen. Yo no. Miradas de terror entre el personal.
- Venga conmigo, señor.
(salimos)
- ¿Quiere llevarse este coche?
(toco el motor, frío como un iglú)
- Pero... este coche lleva aquí todo el día.
- Sí, pero tiene un "problema".
- ¿Qué le pasa?
- Que el otro es mejor.
- ¿?¿?¿? ¿Puedo probarlo?
Reviso los neumáticos, las ventanillas, las luces, el aceite, me doy una vuelta a la manzana entre el estridente tráfico egipcio en plena hora punta. Zizo lleva razón... es como jugar a la Playstation.
El coche va perfecto (puede que un ligero exceso de amortiguación, nada grave).
- OK. Me lo llevo. Prepárame el papeleo, please.
- Emm, pero Nabil está a punto de llegar (ya son las 22:30)
- No me importa. Si no llega me llevo este. Si llega, cojo el otro.
23:00: yo montado en el coche a punto de salir. Llega Nabil. Se baja del coche, me "choca los cinco" mientras habla por el móvil y desaparece. La explicación que me da: "I'm sorry". Le pregunto que qué ha pasado, que llevo unas 4 horas esperando... "I'm sorry, ma3lesh"; es decir, "mala suerte chaval"
Cambio las cosas de coche. Mando a Nabil a freir espárragos y me despido.
Queridos todos. Esto, por suerte o por desgracia, es NORMAL. Y esta vez me tocó a mí. Menos mal que el fin de semana hizo efecto positivo y se me pasó todo a pesar de haber vuelto a El Cairo y volver a enfrentarme a Nabil para devolver el coche (-Te has pasado de Km. -No me importa, no pienso pagarte ni una libra, tú verás. -OK, bye.) Al menos, fue breve.
Entre todo esto, me he alienado del mundo. No me he enterado de que el William y la Kate se han casado, de que Juan Pablo II ha sido beatificado, de que media familia Gadhaffi hamuerto sido asesinada de manos de los secuaces del Premio Nobel de la Paz Barack Obama ("Tienes que ser muy malo para que te mate el Premio Nobel de la Paz" -visto en Facebook), de que Irán sigue siendo malo, la crisis sigue aterrando a España, y de que hoy, 1 de Mayo, hay manifestaciones por casi todas las capitales europeas (me imagino que no en España, porque allí no hace falta protestar por nada, que va todo muy muy bien) para reaccionar y evitar que este día sea llamado "El día del esclavo" en un futuro no muy próximo.
Mi activismo es fruto de una indignación natural y racional. Nada de movimientos de izquierda o derechas... no soy tan estrecho de miras.
Ondo segi, aio.
como ya he dicho, Egipto tiene cerca de 9 millones de cristianos que practican su religión. Por esto no es raro tener este tipo de fiestas. El despacho donde trabajo tiene trabajadores cristianos entre una mayoría de musulmanes.
Consecuencia: vacaciones de pascua (que hacen coincidir con Sham el Nesim -fiesta primaveral musulmana)
Así, junto a unos buenos amigos decidimos "tirar pa'l sur". ¿Dónde? A unos 800 Km. de El Cairo, cerca de la frontera con Sudán, a Marsa Alam.
Os dejo unas fotos AQUI.
Las descripciones me las puedo ahorrar o estaría páginas y páginas, sólo os digo que es lo más parecido a como imagino las Maldivas. No exagero.
Esencialmente: cerveza, buena comida, sol, playa, peces, tortugas y buena gente.
Tuvimos un pequeño incidente de pinchazo de uno de los coches dos veces seguidas que nos fastidió un poco el final del viaje, pero nada más allá. Sin duda, mereció la pena y conseguí lo que quería: desconectar de la vida cairota que, al cabo de un tiempo -todo sea dicho-, cansa no poco.
Por lo demás, todo bien.
Volvimos a la acividad el Miércoles y el Jueves. Y el mismo Jueves, nos fuimos a casa de Zizo a Ein Sokhna. Llevo 10 días de no parar, pero las visitas a la playa merecen la pena. Dentro de todo, se echa de menos estar tirado en el salón un par de horas. Más que nada por mi compi de piso, Marco, que sin ser mariquita, dice que me echa de menos.
Lo único malo de todo esto fue recoger el coche de alquiler (en un servicio de alquiler local). Todo empezó a eso de las 18:45, cuando el enano y yo llegamos a la oficina....
18:45: Hola, vengo a recoger el coche.
- ¿Qué coche?- ...aquí empezaron las miradas. Se nos había olvidado el país en el que estábamos.
- Mi amiga llamó para reservar un coche para las 18:30. Habló con Nabil.
- Espera, llamo a Nabil.
(conversación en árabe poco halagüeña)
- Nabil dice que tarda cerca de una hora en llegar con el coche.
Le digo a Patrizio que se pire a por sus cosas a casa y que me espera en casa de las chicas. Se pira.
19:15:
- Oye, chico. Nabil dice que tarda sobre una hora u hora y media.
- OK. ¿Hay algún café por aquí cerca?
- Sí - dice Haysan- Voy contigo.
20:30: dos shishas, 3 tés, 2 partidas de Bakgamon (que gané) después.
- Bueno, pues Nabil estará al llegar, ¿no?
- Inshalla (odio esta palabra, aunque la use)
21:30: después de ver el final de la película "Fantasmas de Marte", todo un drama interpretativo.
- ¿Alguna noticia chicos?
(llaman a Nabil)
- Dice que está a punto de llegar, que una media hora o así.
22:00: me levanto.
- Oye, llevo aquí más de tres horas. ¿Dónde COÑO está Nabil? ¿Me estáis tomando el pelo? ¿Me váis a dar un coche o no?
Les pregunto si Nabil viene de Beni Suef, de Marsa Alam o directamente desde Aswan. Se ríen. Yo no. Miradas de terror entre el personal.
- Venga conmigo, señor.
(salimos)
- ¿Quiere llevarse este coche?
(toco el motor, frío como un iglú)
- Pero... este coche lleva aquí todo el día.
- Sí, pero tiene un "problema".
- ¿Qué le pasa?
- Que el otro es mejor.
- ¿?¿?¿? ¿Puedo probarlo?
Reviso los neumáticos, las ventanillas, las luces, el aceite, me doy una vuelta a la manzana entre el estridente tráfico egipcio en plena hora punta. Zizo lleva razón... es como jugar a la Playstation.
El coche va perfecto (puede que un ligero exceso de amortiguación, nada grave).
- OK. Me lo llevo. Prepárame el papeleo, please.
- Emm, pero Nabil está a punto de llegar (ya son las 22:30)
- No me importa. Si no llega me llevo este. Si llega, cojo el otro.
23:00: yo montado en el coche a punto de salir. Llega Nabil. Se baja del coche, me "choca los cinco" mientras habla por el móvil y desaparece. La explicación que me da: "I'm sorry". Le pregunto que qué ha pasado, que llevo unas 4 horas esperando... "I'm sorry, ma3lesh"; es decir, "mala suerte chaval"
Cambio las cosas de coche. Mando a Nabil a freir espárragos y me despido.
Queridos todos. Esto, por suerte o por desgracia, es NORMAL. Y esta vez me tocó a mí. Menos mal que el fin de semana hizo efecto positivo y se me pasó todo a pesar de haber vuelto a El Cairo y volver a enfrentarme a Nabil para devolver el coche (-Te has pasado de Km. -No me importa, no pienso pagarte ni una libra, tú verás. -OK, bye.) Al menos, fue breve.
Entre todo esto, me he alienado del mundo. No me he enterado de que el William y la Kate se han casado, de que Juan Pablo II ha sido beatificado, de que media familia Gadhaffi ha
Mi activismo es fruto de una indignación natural y racional. Nada de movimientos de izquierda o derechas... no soy tan estrecho de miras.
Ondo segi, aio.
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