jueves, 19 de agosto de 2010

Ramadán. Día 8


Queridos veraniegos,

¿habéis oído alguna vez la frase esa de ese tal Tolstoi? Se utilizó en un anuncio de coches. "Quédate mirando al rincón hasta que dejes de pensar en el oso blanco".
Es un claro ejemplo del "si te digo que no hagas algo, adivina en qué vas a pensar".
Es cierto que los primeros días son los más duros. Hoy, día 8 de Ramadán, parece todo un poco más aliviado. Tengo pendiente ir a un "iftar", literalmente "desayuno", y, lo que es más duro: un "suhur", última comida, antes del amanecer, sobre las 4a.m. (GMT+2).

Otra cosa que me sorprende es la falta de contacto físico entre hombres y mujeres. Se reduce al mínimo. No sé si es una exageración de la "prohibición" de tener sexo durante el día o lo hacen para aliviar la tentación.

De todas formas reconozco que da un poco de palo beber o comer algo delante de ellos y tiendo a evitarlo por todos los medios. Más que nada, por respeto.
También he llegado a la conclusión (en ese fin de semana en Dahab, cargado de polémica, siempre interesante entre amigos) de que las comparaciones no siempre son válidas con todas las culturas.
También los grados de respeto de las tradiciones religiosas son muy diferentes. Y la imagen de cada uno de su propia religión y el respeto por la del otro. Aquí todo es diferente...
...o quizás sea diferente allí.
...o quizás es, simplemente, diferente (ya vale con tener que definir todo, carallu).

Feliz fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario