jueves, 26 de agosto de 2010

Curiosidades en Ramadán II


Consecuencias del ayuno.
Y yo os pregunto: ¿qué hace falta para ir a hacer "pipí"? Exacto. Beber.
Y, ¿qué pasa cuando no se bebe? Correcto: que no se hace pipí.
Ahora que he comprobado que mi profesor de lógica y filosofía hizo un buen trabajo ('p' entonces 'q') puedo proseguir.

Durante las horas de luz del Ramadán, ni se come ni se bebe. De esta actitud derivan algunas consecuencias en la oficina: nadie usa el baño. Igual alguien sí, pero no como antes. No hay colas, no hay papel, hay jabón, no te llaman a la puerta... la vida es algo mejor. Hay otras: no se sirven bebidas ni comidas. El restaurante no funciona y la mayoría de los sitios están cerrados.
La cerveza desaparece de la mayoría de los sitios del país.
Los ayunadores tardan un poco más de la cuenta en reaccionar. Es normal. Sobre todo a última hora de la tarde, cuando el ayuno va llegando a su fin. Es la hora más dura.

Lo mejor, para mí: poco antes del "iftar" (la ruptura del ayuno, o lo que es lo mismo: el desayuno), sobre las 18:30 en esta época del año, y hasta el último rezo, más o menos, las calles están completamente vacías. No hay tráfico. No hay gente. Todo está cerrado. Es una sensación rarísima pasear por una ciudad tan bulliciosa, activa 25 horas al día, y no encontrar nada. Ni ruido, ni coches, ni nada de nada. Es como la película esa de "Soy leyenda", pero sin leones ni vampiros.

Sea como fuere, es una experiencia recomendable. Eso sí, llega un momento en que da un poco de palo comer o beber delante de ellos. Por solidaridad, más que nada. Tiene que ser duro... hasta que cae el Sol, que se ponen púos.

Es tentador ponerse a ayunar un día, pero necesito convencerme antes. Debe ser toda una experiencia, pero me pregunto si realmente la necesito.
¿Votaciones?

martes, 24 de agosto de 2010

Going green


Hola.
Este breve post va sobre algo sobre lo que se debe tomar conciencia. No cambiará la tierra ni salvará al mundo, pero ayudará un poco a no caer de forma precipitada en la retroalimentación (entendiendo por esta la forma en que devoramos nuestros recursos para crecer y devorar más y más -chicos, todo tiene un límite)
Sin embargo, soy de los que piensan dos cosas:
1. Que se está exagerando con las alarmas.
2. Que es necesario exagerar para que la gente se dé cuenta.

Con todo, os dejo aquí un link a una página diferente, que no sólo critica, sino que abre un poco los ojos para mostrar que hay muchas posibildades. Muchas cosas nuevas que no sabemos o en las que nunca pensamos.

http://inhabitat.com/


Espero que os mole. Es original.

jueves, 19 de agosto de 2010

Ramadán. Día 8


Queridos veraniegos,

¿habéis oído alguna vez la frase esa de ese tal Tolstoi? Se utilizó en un anuncio de coches. "Quédate mirando al rincón hasta que dejes de pensar en el oso blanco".
Es un claro ejemplo del "si te digo que no hagas algo, adivina en qué vas a pensar".
Es cierto que los primeros días son los más duros. Hoy, día 8 de Ramadán, parece todo un poco más aliviado. Tengo pendiente ir a un "iftar", literalmente "desayuno", y, lo que es más duro: un "suhur", última comida, antes del amanecer, sobre las 4a.m. (GMT+2).

Otra cosa que me sorprende es la falta de contacto físico entre hombres y mujeres. Se reduce al mínimo. No sé si es una exageración de la "prohibición" de tener sexo durante el día o lo hacen para aliviar la tentación.

De todas formas reconozco que da un poco de palo beber o comer algo delante de ellos y tiendo a evitarlo por todos los medios. Más que nada, por respeto.
También he llegado a la conclusión (en ese fin de semana en Dahab, cargado de polémica, siempre interesante entre amigos) de que las comparaciones no siempre son válidas con todas las culturas.
También los grados de respeto de las tradiciones religiosas son muy diferentes. Y la imagen de cada uno de su propia religión y el respeto por la del otro. Aquí todo es diferente...
...o quizás sea diferente allí.
...o quizás es, simplemente, diferente (ya vale con tener que definir todo, carallu).

Feliz fin de semana.

jueves, 12 de agosto de 2010

Curiosidades en Ramadán I


Primer día de Ramadán, superado.
Realmente hay poca gente por la calle durante el día.
En la oficina, la actividad es relajada. La gente se reúne menos y parecen como adormilados.
Es como estar en otro país, de repente.
Eso sí: esta noche a las 4 a.m. me ha despertado la mezquita. Más que por el volumen, ha sido por la perseverancia.
Entonces recordé que alguién -creo que fue Sara, mi colega- me dijo que el primer rezo es más largo de lo habitual. Igual quería decir que lo retransmiten enterito por los altavoces.
A raíz de esto se me ha ocurrido el experimento de los altavoces y la música. Algún día lo intentaré poner a prueba, aunque ya tengo indicios al ver por qué nadie se altera cuando pongo música alta de madrugada o cuando toco el piano a las 3 a.m.
Cosas del directo. No preguntéis.

De momento, voy a celebrar mi primer fin de semana de Ramadán en Dahab!
Voy a por un sandwich.

lunes, 9 de agosto de 2010

Ramadán, el mes del ayuno


Queridos camándulas,

según el calendario islámico, el 1 de Ramadán de 1431 coincide (más o menos) con el Miércoles 11 de Agosto de 2010. Durará unos 29 días, aunque aún no se sabe con exactitud. Son meses lunares. Juegan con la luna.

Del mes de Ramadán voy a contar lo que sé por lo que me han dicho mis amigos locales.
No se come durante el día. Tampoco se bebe. Dicen que los más radicales ni siquiera tragan saliva. Me parece ya mucho.
Hay que saber que el calendario islámico se va adelantando, respecto del gregoriano, unos 15 días cada año, más o menos; es decir, que el Ramadán 2011 (o 1432) caerá a finales de Julio. Esto nos da que para que un Ramadán caiga en verano hay que esperar unos 22 ó 23 años. Casi ná.

Es una época dura, el verano. Las horas de luz son muchas y se nota. Salir a la calle con este calor sabiendo que no puedes beber roza la locura.
Pero para esto, al más puro estilo del mercado financiero, el político tira de la palanca mágica y (no, no fabrica dinero) pero cambia la hora.
Atención: a partir de la medianoche del Martes al Miércoles, pasamos a horario de invierno; es decir, que se atrasa una hora el reloj. Las horas de Sol serán las mismas, pero oscurecerá antes.
Creo que no se han parado a pensar en la farsa del ahorro energético y, si lo han hecho, les importa un pimiento.
Entonces, si no comen durante el día... ¡exacto! Comen durante la noche.
Justo tras la caída del Sol tenemos el cuarto rezo. Antes de rezar hay que meterse algo en el estómago, aunque sea un sorbo de agua. Se reza y, a la salida, se come. Por lo visto, el último rezo se puede llegar a perdonar en esta época (aunque siga siendo obligatorio), porque el personal está ocupado comiendo con la familia, amigos... En la calle ponen grandes mesas con mucha comida para que todos (pobres incluidos) puedan comer. La ciudad está llena de Fanus, que son las lámparas de colores y tamaños diversos que lo llenan todo; guirnaldas, telas... Me recuerda un poco a la Navidad.

Pero estábamos en la cena. Después, se van a dormir y se levantan antes de la oración primera para pegarse otro homenaje. El primer rezo del día (con el alba) es algo más extenso durante este mes. Y, a partir de aquí, un día normal. Dicen que es normal que estén (los musulmanes que ayunen) algo adormilados. Y también dicen que en este mes, se engorda.

Al finalizar el mes, el primer día del mes siguiente, el Shawel, se debe comer. Algunos, después de ese día, pueden practicar ayuno por seis días más, aleatorios o continuados. A voluntad del consumidor.

Como se observa, hay mil cosas a tener en cuenta. Además de las repercusiones en la vida. Aunque digan que no, el ritmo es mucho más lento, los horarios más reducidos y la vida, más tranquila... hasta que cae el Sol.
Ya os contaré como será de primera mano.

A comer.

lunes, 2 de agosto de 2010

Egypt activities


Queridos taxistas y taxistos, chapistas y chapistos, miembros y miembras,

Que conste que esta entrada la pongo porque lleváis razón, no escribo nada sobre mi vida día a día. El tópico "cada día es una aventura en esta ciudad" lo tengo más que confirmado. La pena de esto es que el listón de lo que es aventura sube tanto que ahora, cada día, parece normal. Indiana Jones se lo pasaría pipa aquí... si no se quedase en casa, claro está.
Hace calor, pero no tanto. No hace humedad y las noches, la mayoría son frescas. Los amigos se van, otros llegan.
Faltan 9 días para Ramadán y esto me recuerda que tengo que hacer el pedido de cerveza para abastecerme este mes donde los garitos dejan de servir el preciado zumo de cebada.

Los fines de semana, al campo. Bueno, al campo o al desierto o, mejor, a la playa. Hace un par de findes estuvimos en Hurghada, enclave turístico ruso situado en la costa occidental del Mar Rojo, hacia el Sur. El pueblo es comparable al más hortera Torremolinos en su época chunga. Pero lo que nos interesaba no era ver el pueblo, sino las actividades acuáticas, en concreto, buceo y snorkling. Meto ahí la foto con los peces porque Iñigo me daba envidia (de la sana).
Ya conseguí el Advanced Open Water. Qué pijada, ¿verdad?

El próximo finde volveremos y el siguiente, hay planeada una excursión al desierto. Ahora que me quedo por aquí una temporada más, me puedo tomar todo con más calma. Todo lo que quería ver en dos meses lo puedo repartir en 12. Mejor así porque no me daba tiempo!

¿Y ahora qué? Ahora.