sábado, 1 de mayo de 2010

En la óptica


Queridos oftalmologoadictos, topos y superhombres,
os iba a contar aquella vez que intenté durante una semana hacerme vegetariano. Iba a hablar sobre las dificultades de tamaña proposición, sus adversidades y la fustración al verme incapaz (en parte por mí, en parte por la oposición brusca del sistema). En vez de esto, que no deja de ser una mera anécdota, paso a relataros sobre el día en el que me acompañó Yasmin a la óptica, a por unas gafas, de las de ver.
La calle 26th of July, en Zamalek, tiene varias ópticas.
Mi idea estaba clara: unas gafas rectangulares, de pasta fina, con las patillas de metal plano. Negras.
Mi lado derecho del cerebro me dijo: "llévate una foto", pero no le hice caso. Lo llamé "exagerao".
Pensaba hacerlo a modo de diálogo de cada óptica pero, sorprendentemente, en todas tuve la misma conversación.
Ahí va.

Optico: Hola señor.
Guille: hola.
O: ¿qué desea?
G: unas gafas.
O: ajá. ¿De qué tipo?
G: pues unas rectangulares, de pasta fina, con las patillas en metal plano. Todo negro (os suena, no?)
O: O.K. A ver que tal este modelo.
[Gafas redondas de metal con las patillas de varilla. Marrones] -creo que no lo ha pillado-

G: (apelando a la seriedad) Creo que no me ha entendido. En realidad las quería cuadradas, no redondas.
O: ¿estas mejor?
[Gafas rectangulares. Patillas de pasta. Verdes] -nos acercamos-
G: (suspiro, como antes de una maratón) Algo así, pero buscaba que la patilla fuese de metal.

[Gafas blancas. La patilla es de metal plano con pequeños diamantitos. Las lentes, al aire] -agua-

G: (otro suspiro. Miro enderredor)
O: ¿estas sí, señor?
G: (apelando a la calma) No, no. Las quiero cuadradas. Negras. Patilla de metal. Marco de pasta fina.

[Gafas con patilla de pasta fina y marco de metal. Parecen rectangulares]

G: Sí, como estas pero al revés.

[Me trae unas Rayban de piloto. De sol]
-se me escapa una lágrima de desesperación. Han transcurrido 15 minutos-

G: De sol, no. De vista.

[Gafas rojas, de pasta gruesa. Eso sí, rectangulares] -me mira como si le hiciera la vida imposible-

G: (apelando a la paciencia milenaria) A ver. Rectangulares. Esto (señalando al marco) de plástico. Esto (señalando a las patillas) de metal.
-5 minutos rebuscando en cajones-
-esperanza-
...
O: ¡estas señor!

[Gafas rectangulares. Marco de pasta fina. Patillas de metal plano. Negras.... con dimantitos rosa
y verdes]

G: ¿realmente piensas que me voy a poner estas gafas?
O: no entiendo señor. (Después de esto he renunciado al sarcasmo siguiendo el consejo de Juan)
G: No, estas no. Las quiero negras enteras.
O: ah, de esas no tenemos.
G: (suspiro, cuento hasta 10. Mejor hasta 20. Cierro los ojos cinco segundos y le vuelvo a mirar). ¿De verdad no tiene gafas rectangulares con patilla de metal plano y marco de pasta negras?

[Me trae unas Police. Todo de metal, plateado en el marco y negro en la patilla. De sol]

Noto los ojos inundándose de impotencia. Me giro, agarro a Yasmin (que danzaba por ahí probándose gafas de sol para niños) y me voy de la óptica.

Nota mental: hacer caso al lado derecho del cerebro.
Moraleja: qué bien funcionan mis gafas antiguas! :)

Menos mal que he topado con profesionales.

2 comentarios:

  1. hihihi lo intentaras otra vez?!?!?
    con fotos quizas ;)

    hubiera querido estar ahi para ver tu cara!!

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  2. Pues, conociéndote, te hubieses reído mucho, mucho, mucho ;)

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