Lector amigo,
el fútbol. Otra vez el fútbol.
Ayer tenía entradas para un concierto en la ópera (el nene, que va de fino). A las 20. A las 19 era la final de la Copa África: Egipto-Ghana.
Había quedado para ir al concierto. Salí de casa sobre las 19:50, un poco tarde, mientras oigo el primer y único "Goooooool" retumbando en toda la ciudad.
Llego a las 20:05 medio corriendo y sin noticias de mi colega. Me pican el billete, entro, llego a la puerta: cerrada. Shit. Hablo con un amable señor (Abd el-Asis) y me dice que lo han aplazado a las 21 por el partido.
La entrada la compré esa misma tarde, después de comer... y no me dijeron nada.
Finalmente me llama mi colega a las 20:45 y me dice que las calles están bloqueadas y que no sabe si podrá o no venir (al final no vino).
Pues ahí estaba yo, dándole vueltas al recinto de la ópera hasta las 21. El concierto empezó a las 21:25 (de vergüenza) y éramos unas 15 personas (contadas) en el auditorio (esto ya era de película).
La parte buena (dentro de mi enfado por todo cuando las cosas salen mal) es que conocí a este grupo de chicos que se reúnen cada tanto para ir a los conciertos y pude conocer a las intérpretes y descubrir a un nuevo compositor egipcio muy "a lo Satie". Me gustó.
Y con todo lo que se montó ayer y sigue montado y seguirá una semana (tráfico, fiestas, heridos, etc...) me pregunto la de cosas que se podrán hacer para otros deportes o incluso para la cultura durante un año (sólo uno) con el presupuesto de los equipos de la primera división de la liga BBVA de España.
Creo que se está fomentando el opio equivocado, o de forma equivocada.
No me imagino estas escenas en ninguna otra disciplina deportiva, donde el color de la bandera es lo de menos porque la actitud de los radicales es víctima de una perfecta globalización.
No entro más en el tema.
Agur.
¿Un Egipcio a lo Satie? Suena interesante. Si por un casual hay manera de escuchar algo suyo, postealo,please.
ResponderEliminarPor cierto, que nos conocemos, Guille. En el cumple de Sabe del año pasado, quizá no recuerdes. ¿Compraste al final la cámara?
Disfruta del Cairo.
Es de locos, que duda cabe, en el Líbano el Barça y el Madrid son portada de los principales periódicos. Ver para creer.
ResponderEliminarun abrazo,
Pablo
@David: Intentaré lo del egipcio, pero está dificil. Y la cámara la compré. Nikon D60. Ya estoy con los "timelapse" y todo :D
ResponderEliminar@Pablo: te sentirás como en casa ¿no? :P
Gran cosa los timelapse. Seguro que la ciudad da para buenos de esos.
ResponderEliminarSaludos Gui
ResponderEliminarHoy he descubierto tu Bolg. Fantástico saber de tí, de tus aventuras en tierra ¿santa?, de tu posible orientación "Satiniana", de tu nueva Nikon, (buena eleccion), en fin saber de tí.
Por ahora me esconderé (creo) bajo bandera pirata (anónimo), aunque quizá acabes averiguando mi identidad,
Un abrazo
@David: Ya te pasaré alguno.
ResponderEliminar@pirata: ya daré contigo, puede ser divertido :)
Gui, y qué opera era entonces al final?
ResponderEliminarYo con Electra me deleité, para paradoja tuya! Es verdad que como un Verdi, Mozart, Rossini o la grand-opera, hay poco en cuanto a concepto operístico y contacto con el público. Pero hombre, desde el Barroco a Debussy con su Pelleas et Melisande, pasando por Wagner a Strauss o A.Berg...uno no debe hacer ascos! Musicalmente, claro...luego la puesta en escena puede darlo todo al traste...
Pero qué quieres que te diga...apreciar la armonía disonante a mí me apasiona cuando no sobrepasa la paja mental...jeje.
(Estoy deseando poder ver algún día Wozzeck, a ver si tú tb lo haces y nos contamos).
Una sonrisa con melodía dulce!
Pequeña, Pelleas et Melisande es una de las grandes. La descubrí hace "poco" gracias a Chío, mi enciclopedia musical particular. Yo soy muy de Rossini y algo de Verdi. Me falta mucho todavía, pero, fuera de la ópera hay un instrumento que me está empezando a cautivar. Es de madera, grande (pero no el más grande de su familia)... y su concierto n.1 de Saint-Saëns (en la versión de du Pre) es demasiado perfecto.
ResponderEliminarBesos desde el desierto