Queridos y queridas.
Ayer
estuve en el Mogamma. Cualquier que haya vivido en El Cairo, sabrá a lo
que me refiero. El que no, que mire la película de dibujos "Asterix y
las 12 pruebas", en especial, la parte del edificio donde tienen que
conseguir un formulario. Es algo así. Creo que ya lo he mencionado
antes.
Fui para conseguir mi visado de turista (mejor no preguntéis por qué no tengo uno de trabajo).
Fui
con M.K. un compañero del trabajo que se caracteriza por reir siempre.
Tiene la barba que llamo "salafista" y su inglés es decente con mucho
acento árabe. Como en las películas. Lo cierto es que me alegro siempre
de verlo.
El rato en el Mogamma os lo podéis imaginar.
Antes de salir, sin embargo, nos detuvimos un momento para preguntar algo en "Sección de ilegales". No sé qué era, pero estando ahí apareció un señor con una "taqueyya" (gorro cilíndrico de color blanco y bordado, que parece un fez bajo). Se acerco tranquilo, cojeando un poco. Era mayor. Es difícil de decir, pero si estuviéramos en mi país, le echaría unos 80 años. Tenía unas de esas "gafas de culo de botella".
Antes de salir, sin embargo, nos detuvimos un momento para preguntar algo en "Sección de ilegales". No sé qué era, pero estando ahí apareció un señor con una "taqueyya" (gorro cilíndrico de color blanco y bordado, que parece un fez bajo). Se acerco tranquilo, cojeando un poco. Era mayor. Es difícil de decir, pero si estuviéramos en mi país, le echaría unos 80 años. Tenía unas de esas "gafas de culo de botella".
Como
decía, caminaba con una calma de aire distraído pero decidido hacia la
ventanilla donde estábamos, mirando abajo y hacia adelante y abriendo la
boca de vez en cuando, como el que está realizando una tarea
complicada.
Seguramente, la escena os
parezca tierna. Y así lo fue. Entonces, nos saludó uno a uno y a todos a
la vez y dulcemente me recordó a mi abuelo.
Me
sorprendió su educación, para la edad que aparentaba tener. Y también
su simpatía. No entendí todo, pero todos reían con lo que decía, en el
buen sentido.
Nos saludó educadamente y se marchó, despacio.
Nos saludó educadamente y se marchó, despacio.
Conseguimos salir del enorme y laberíntico edificio
y me encontré en la ahora famosa Plaza de la Liberación, Midan
al-Tahrir. Pillamos un taxi que nos paseó hasta Gizah, de vuelta a la
oficina.
Pasamos por delante de la Liga Arabe y, después de cruzar el puente sobre el Nilo, en la isla de Zamalek, teníamos a un lado la ópera, al otro, el club del Ahly y delante, mucho tráfico. Por ahí está en "Nationl Centre of Translation".
Volvimos a cruzar otro puente. Al sur se veía el edificio donde hace meses ardía la embajada de Israel. Finalmente llegamos a la oficina.
Han pasado tantas cosas en estos dos últimos años. Aún me asombro un poco cuando pienso en todo ello.
Personalmente siento vergüenza ajena cada vez que alguien me pregunta sobre la "Revolución egipcia". Primero porque no me gusta mentir, y segundo porque tampoco quiero dar una imagen que no es.
Hoy he vuelto a Midan Tahrir, a recoger el pasaporte. Está llena de kioscos con banderas, algunas tiendas de campaña, sermones por altavoces, unos graffities increíbles y mucho tráfico (en todas direcciones). Estaban preparándose para recibir a los ultras del Ahly.
Ya ha empezado el calor y la Primavera.
La vida cambia. Los cambios se van perfilando y los factores que los preparan se van acelerando.
Pasamos por delante de la Liga Arabe y, después de cruzar el puente sobre el Nilo, en la isla de Zamalek, teníamos a un lado la ópera, al otro, el club del Ahly y delante, mucho tráfico. Por ahí está en "Nationl Centre of Translation".
Volvimos a cruzar otro puente. Al sur se veía el edificio donde hace meses ardía la embajada de Israel. Finalmente llegamos a la oficina.
Han pasado tantas cosas en estos dos últimos años. Aún me asombro un poco cuando pienso en todo ello.
Personalmente siento vergüenza ajena cada vez que alguien me pregunta sobre la "Revolución egipcia". Primero porque no me gusta mentir, y segundo porque tampoco quiero dar una imagen que no es.
Hoy he vuelto a Midan Tahrir, a recoger el pasaporte. Está llena de kioscos con banderas, algunas tiendas de campaña, sermones por altavoces, unos graffities increíbles y mucho tráfico (en todas direcciones). Estaban preparándose para recibir a los ultras del Ahly.
Ya ha empezado el calor y la Primavera.
La vida cambia. Los cambios se van perfilando y los factores que los preparan se van acelerando.
Hay algo en el aire. Y no sólo en el mío. No sé qué es, pero creo que nos enteraremos pronto.
Lo recuerdo... tuc, tuc.
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