viernes, 20 de abril de 2012

La febbre e l'ospedale italiano

Carissimi, 

las ausencias, como siempre, son síntoma de cambio. Y esta parece haber sido parte de ese cambio constante que experimento este año, que sólo unos pocos ven. 
Todo empezó en lo que ahora me parecen meses atrás, un Jueves. Me encontraba mal, cansado. Dejé el trabajo antes de lo habitual y con razón.



Fue el primer día de una fiebre que no bajó de 39ºC, salvo por el uso de la Novalgina (y con duro esfuerzo), en 9 días. 
Atravesé todas las fases: no tomar antibióticos, tomarlos, llamar al doctor, hospitalizarme, alta y reposo (desde donde escribo). 




Verdaderamente, toda una odisea con todo incluido. 
Bastante reveladora en términos prácticos. La fiebre, como si de una droga se tratara, me abrió caminos mentales. Me brindó una gran dosis de ser práctico aunque parezca salvaje, bruto o insensible y desconsiderado. Me trajo líneas rectas en un mundo esférico.

Fui consciente del paso del tiempo y tuve la oportunidad de filtrarlo todo, incluso a mí mismo.

Debo sin falta reconocer el cuidado, el apoyo y la amistad de Patrizio, Elisa, Yara, Marta, Alessia, Lewis, Sara y Zizo, en particular, pues desde su posición de conocedores les tuve presentes en todo momento o en visitas al hospital. Estoy convencido que, de haberlo hecho más público, varios más se abrían presentado.

No me da tiempo (porque sería demasiado extenso) a explicar mis experiencias de estos días, febriles o no, humanas en todo caso. Las sorpresas gratas que me he llevado con algunas personas y la lección de compañerismo, sacrificio y amistad que se me queda dentro de los huesos.

Sobre lo que me pasó, no se sabe. Os puedo dar un resumen: hígado y bazo inflamados, infección pulmonar, anticuerpos del Cytomegalovirus (ni rastro del sujeto en sí), fiebre alta y cansancio general. Todo funciona a la perfección y mis niveles son óptimos en todos los casos. A grosso modo. El doctor no sabe lo que ha pasado y se le ve frustrado.
Gon tampoco lo sabe. Supongo que no se ha puesto. 

Siento el tono breve y etéreo. Sé que no se entienden muchas cosas, pero estoy cansado y sólo quería dar señales de vida.
Estoy convencido que, dentro de mi estilo, con una lectura tranquila e imaginativa, cada uno podrá entender en sus propios términos el significado de las palabras. Esta es la virtud de este género sobre el que filosofo constantemente mientras me planteo la posibilidad de contar todo a modo de novela. 
Podría ser divertido en los próximos meses.
Una mezcla entre realidad y ficción-deseo.
Como la vida, pero en papel y tinta.
O en píxeles y bits.

Sed buenos.

2 comentarios:

  1. Mi agradecimiento a todos los amigos que has nombrado y tambien a los que seguro que no han podido contactar contigo muchos, por falta de información. Mi reconocimiento, gratitud y recordar que las cosas valiosas que posees nuncas podras fotografiar, que la amabilidad es el lenguaje que los sordos pueden oir y los ciegos pueden ver, que el que da nunca debe volver a acordarse, pero el que recibe nunca debe olvidar.
    Una vez mas mi gratidud a todos ya que en la vida solo hay un exceso recomendable; el exceso de gratitud. Y acuerdate que cuando bebas agua, recuerda la fuente. Cuidate. GRacias a todos.

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  2. Yep!

    Ánimo Guille, no sabía nada pero estoy seguro de que una fiebre y algún otro síntoma no va a poder contigo.

    Un abrazo enorme y que te recuperes completamente lo antes posible. Agur.

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