Queridos amigos que léeis este diario,
hoy voy a hablar, tal y como auguré hace un par de entradas, de la Ribalta. En su momento dije que hablaría de un grupo de personas que hemos coincidido en este árido rincón del planeta. Este grupo tiene un nombre y se llama Ribalta. Sé que parece algo infantil, pero es la cola que une el conglomerado y cumple las funciones de bandera, himno y territorio.
Ribalta
Del italiano:
Ribalta: teat.
Parte più avanzata del palcoscenico dove a fine spettacolo si presentano gli attori per ricevere gli applausi SIN proscenio: presentarsi alla r.
|| le luci della r., la vita teatrale ~fig. la notorietà
|| fig. venire, salire alla r., diventare noto, ottenere successo
Y todo empezó en un muy improvisado (y relatado aquí) viaje al desierto occidental (esta vez, el improvisado viaje salió perfecto). Viajábamos un grupo de unos 20.
Y de esos 20, unos pocos nos conocíamos de toda la vida. Sé que suena raro decirlo así, pero es la mejor expresión para definir lo que pasó. Siempre he pensado que una de las mejores muestras de comodidad con alguien que se conoce es poder estar en silencio durante un buen rato sin sentir incomodidad o sin tener la imperiosa necesidad de tener que decir algo o abandonar el sitio. Los que me conocéis sabéis que estos ratos abundan en mi carácter (supongo que debido a la parte norteña) y no me refiero a mis famosos "dos minutos"... que cruz! Es un buen síntoma.
El caso es que, desde la vuelta de ese viaje, hemos seguido quedando y, en esta ciudad, me da la sensación de que son mis amigos, mi familia. Somos un pequeño grupo donde todos tenemos inquietudes, intereses, aspiraciones, gustos, humores y tantas otras cosas afines. Es como estar con viejos buenos amigos de los que te has perdido los últimos años. No pensaba encontrar gente así y, aunque era un poco escéptico al principio (siempre lo soy con este tipo de cosas), me HE sorprendido al abrirme tanto a ellos.
Lo raro es que todos tenemos una idea parecida en la cabeza y ese espíritu/sentimiento refuerza un poco la unión de esta "comunidad" -me estoy partiendo imaginando la cara que tendréis cuando leáis esto. No espero que lo entendáis, simplemente que lo sepáis. Sé que parece algo extraño pero cuando vengáis, os daréis cuenta de lo que hablo y, por experiencia, os cambiará parte de la visión de la vida. No exagero (escribo en "Modo Gallego")-
Lo de la constitución vino en una de las tantas cenas (a la cual en concreto no fui) donde Vincenzo habló sobre los valores que creía que nos inspiraban y terminó dando un nombre a esto: la Ribalta.
Los valores no están definidos -sería un atraso y una limitación-, no tenemos territorio, tenemos himno, bandera y tenemos "cargos ministeriales dentro del grupo". Todo para reirnos. No tenemos presidente, sino Primer Ministro, primus inter paris. Al final, todo esto es lo de menos.
Lo mejor para mí es tener esa gente con la que poder contar, sentirse como en casa, con la que siempre hay algo nuevo. Cada día.
Y lo sorprendente es echar de menos a gente que está en la misma ciudad y que, como quien dice, nos acabamos de conocer.
Los ribaltarianos principales: Vincenzo (IT), Axel (SWE), Anthony (UK), Emilie (CH), Patrizio (IT), Gayar (EG), Renata (RUS), Luis (COL-FR), Llopis y yo (ESP). Emma, Pierre, Billy-Bob, Yasmin, Pablo, son otros que saben bien de qué va esto.
Personalmente me parecen unas personas de lo más interesantes con las que da gusto hablar, salir, viajar.
Espero que no os haya resultado aburrido. Estas cosas son para vivirlas, no para contarlas, pero al ser parte de mi vida aquí y tener media vida "allí" (volvemos al tema de la entrada anterior), quería compartirlo.
Besos y abrazos.
¡Viva la Ribalta!
Ministry of Foreign Affairs, Creativity and Communications.
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