Queridos míos,
hoy hace frío.
Algunos pensaréis que estoy de broma, pero es verdad. No es el frío europeo ese de temperaturas en negativo (veo Praga por la tele, Edu), pero cuando el cuerpo se te acostumbra a unas temperaturas medias, es duro que te las bajen.
Hay "Santa Clauses" por todas partes. Los restaurantes aprovechan para clavarte 35€ (¡qué... abuso?) por la cena menú de navidad... ¡¿dónde vamos a ir a parar?! :P
El tiempo pasa lentamente en esta especie de burbuja dimensional natalicia. Hoy, 30 de Diciembre, último día de curro del año, me piro a Luxor. Patri llegó hace 2 noches y he decidido regalarnos unos días en el Valle de los Reyes y alrededores del pueblucho.
Aprovecho, como viene siendo habitual y evitando caer en la monotonía de la frase un fatídico 2009 comparado con el próximo 2010. Es decir, que os vaya todo mejor el próximo año.
Que alguien me recuerde comentar sobre la ingente (enorme, para los de la LOGSE) e indiscriminada manipulación de los taxímetros llevada a cabo por los maltrechos y desalmados taxistas.
La raza es la raza allá donde esté. Para algo tenía que servir la globalización.
Y aprovecho para dejar claro que yo soy de Reyes, NO de Papá Noel. Al gordo de rojo que lo zurzan. En este país, por desgracia, parece que el caciqu.. el dictad... el presidente (por fin!) no quiere oir hablar de reyes ni en pintura, que le dan urticaria. Lo mismo se reinstaura él mismo como nuevo faraón (así puede heredar su hijo el trono). Pero de momento, pocas coronas.
De todas formas... de algún sitio sacarían los camellos, no?
Os dejo una foto muy testimonial. Y es que estas cosas sólo pasan en España...
Ojo al detalle del cuchillo
miércoles, 30 de diciembre de 2009
viernes, 25 de diciembre de 2009
Navidad lejos de casa
Este es el título que llevan en la frente muchas personas que conozco. Muchos amigos. En los últimos años me ha tocado estar poco tiempo en casa por Navidad. Era el protagonista del anuncio del turrón del almendro: a casa por Navidad.
Pero este año, efectivamente, estoy fuera.
Además, en mi caso, estoy en un país donde la Navidad no se celebra (fuera de la comunidad internaciona). Se deja notar, pero "a la americana"(vamos de compras), y tampoco mucho.
Raro. No digo diferente, digo raro. Y eso que para mí la Navidad es la mejor época del año (empatada con el final del verano).
Sea como sea, cuento con buena gente aquí y con mi señora madre. Esto hizo que la cena de anoche fuera bien y el día de hoy, aunque un día normal, sea especial.
A todos los lectores es mi situación les mando un saludo solidario. A los que me leen desde donde suelo estar les pido que no me echen mucho de menos (aunque yo a ellos sí).
Feliz Navidad a todos: lejos, cerca, en aviones, en hoteles...
A Eva: lo siento. De corazón.
domingo, 20 de diciembre de 2009
¡Feliz año nuevo! ....1431 ?!?
Estimadas culebrillas prenavideñas,
no se me ha ido la pinza. Sé que hoy es día 20 de Diciembre del a.D. 2009 y que todavía quedan 11 maravillosos días para entrar en la nueva década... según el calendario gregoriano que ha regido nuestros actos a lo largo de nuestras vidas.
Pero queridos amigos, en este amplio mundo, más grande que pequeño y mas ancho que estrecho, aunque no os lo creáis, Europa, con la de guerra que ha dado siempre a lo largo de la historia (¡que cojonudamente afortunados somos!), es, geográficamente, una mierdecilla en mitad del mapa.
Me creáis o no (a alguno le costará un poco), el mundo es mucho más grande de lo que creemos dentro de nuestras cabezas. Y en su grandeza encontramos cosas como esta, que en estos lares, aunque sumisos al calendario gregoriano como el mundo de los negocios en el inglés, tienen un calendario propio.
Este calendario dice que el año 1 es el año en que el profeta de Dios (de Allah en este caso), Mahoma -el de las famosas caricaturas-, huyó a La Meca (de ahí la importancia de este acontecimiento y su obligatoriedad para todo hijo de vecino musulmán de emigrar una vez en la vida, por lo menos). A esto se llama "Héjira" (del árabe: huida).
El caso es que los años islámicos son lunares y tienen 11 días (creo) menos que los años gregorianos. Resultado: los meses son más cortos y los años, en consecuencia, también.
El año nuevo no ocurre siempre en la misma fecha, ni el Ramadán, ni el Eid (o fiesta del cordero) ni nada de nada. Un lío.
Hace un par de días, el 18 de Diciembre de 2009 a.D. fue el primer día de 1431 de la Héjira. Por tanto, año nuevo. Apenas se dejó notar, pero muchos negocios cerraron -cosa rara aquí-
Yo lo he pasado sin pena ni gloria, sin Llopis, sin Juan, en un fin de semana turístico donde por fin, por primera, sorprendente e inolvidable vez, visité las pirámides de Gizah el día del cumple de Rosa (la "hacedora", es decir, mi madre).... el 2 de Enero de 1431??
Felicidades Rosa, ya sabía que eras antigua pero ¡de 1431 a 2009 me parece una pasada! Matusalema.
Sin desperdicio la visita de Rosa. ¡Y va por la mitad!
no se me ha ido la pinza. Sé que hoy es día 20 de Diciembre del a.D. 2009 y que todavía quedan 11 maravillosos días para entrar en la nueva década... según el calendario gregoriano que ha regido nuestros actos a lo largo de nuestras vidas.
Pero queridos amigos, en este amplio mundo, más grande que pequeño y mas ancho que estrecho, aunque no os lo creáis, Europa, con la de guerra que ha dado siempre a lo largo de la historia (¡que cojonudamente afortunados somos!), es, geográficamente, una mierdecilla en mitad del mapa.
Me creáis o no (a alguno le costará un poco), el mundo es mucho más grande de lo que creemos dentro de nuestras cabezas. Y en su grandeza encontramos cosas como esta, que en estos lares, aunque sumisos al calendario gregoriano como el mundo de los negocios en el inglés, tienen un calendario propio.
Este calendario dice que el año 1 es el año en que el profeta de Dios (de Allah en este caso), Mahoma -el de las famosas caricaturas-, huyó a La Meca (de ahí la importancia de este acontecimiento y su obligatoriedad para todo hijo de vecino musulmán de emigrar una vez en la vida, por lo menos). A esto se llama "Héjira" (del árabe: huida).
El caso es que los años islámicos son lunares y tienen 11 días (creo) menos que los años gregorianos. Resultado: los meses son más cortos y los años, en consecuencia, también.
El año nuevo no ocurre siempre en la misma fecha, ni el Ramadán, ni el Eid (o fiesta del cordero) ni nada de nada. Un lío.
Hace un par de días, el 18 de Diciembre de 2009 a.D. fue el primer día de 1431 de la Héjira. Por tanto, año nuevo. Apenas se dejó notar, pero muchos negocios cerraron -cosa rara aquí-
Yo lo he pasado sin pena ni gloria, sin Llopis, sin Juan, en un fin de semana turístico donde por fin, por primera, sorprendente e inolvidable vez, visité las pirámides de Gizah el día del cumple de Rosa (la "hacedora", es decir, mi madre).... el 2 de Enero de 1431??
Felicidades Rosa, ya sabía que eras antigua pero ¡de 1431 a 2009 me parece una pasada! Matusalema.
Sin desperdicio la visita de Rosa. ¡Y va por la mitad!
jueves, 17 de diciembre de 2009
La Ribalta
Queridos amigos que léeis este diario,
hoy voy a hablar, tal y como auguré hace un par de entradas, de la Ribalta. En su momento dije que hablaría de un grupo de personas que hemos coincidido en este árido rincón del planeta. Este grupo tiene un nombre y se llama Ribalta. Sé que parece algo infantil, pero es la cola que une el conglomerado y cumple las funciones de bandera, himno y territorio.
Ribalta
Del italiano:
Ribalta: teat.
Parte più avanzata del palcoscenico dove a fine spettacolo si presentano gli attori per ricevere gli applausi SIN proscenio: presentarsi alla r.
|| le luci della r., la vita teatrale ~fig. la notorietà
|| fig. venire, salire alla r., diventare noto, ottenere successo
Y todo empezó en un muy improvisado (y relatado aquí) viaje al desierto occidental (esta vez, el improvisado viaje salió perfecto). Viajábamos un grupo de unos 20.
Y de esos 20, unos pocos nos conocíamos de toda la vida. Sé que suena raro decirlo así, pero es la mejor expresión para definir lo que pasó. Siempre he pensado que una de las mejores muestras de comodidad con alguien que se conoce es poder estar en silencio durante un buen rato sin sentir incomodidad o sin tener la imperiosa necesidad de tener que decir algo o abandonar el sitio. Los que me conocéis sabéis que estos ratos abundan en mi carácter (supongo que debido a la parte norteña) y no me refiero a mis famosos "dos minutos"... que cruz! Es un buen síntoma.
El caso es que, desde la vuelta de ese viaje, hemos seguido quedando y, en esta ciudad, me da la sensación de que son mis amigos, mi familia. Somos un pequeño grupo donde todos tenemos inquietudes, intereses, aspiraciones, gustos, humores y tantas otras cosas afines. Es como estar con viejos buenos amigos de los que te has perdido los últimos años. No pensaba encontrar gente así y, aunque era un poco escéptico al principio (siempre lo soy con este tipo de cosas), me HE sorprendido al abrirme tanto a ellos.
Lo raro es que todos tenemos una idea parecida en la cabeza y ese espíritu/sentimiento refuerza un poco la unión de esta "comunidad" -me estoy partiendo imaginando la cara que tendréis cuando leáis esto. No espero que lo entendáis, simplemente que lo sepáis. Sé que parece algo extraño pero cuando vengáis, os daréis cuenta de lo que hablo y, por experiencia, os cambiará parte de la visión de la vida. No exagero (escribo en "Modo Gallego")-
Lo de la constitución vino en una de las tantas cenas (a la cual en concreto no fui) donde Vincenzo habló sobre los valores que creía que nos inspiraban y terminó dando un nombre a esto: la Ribalta.
Los valores no están definidos -sería un atraso y una limitación-, no tenemos territorio, tenemos himno, bandera y tenemos "cargos ministeriales dentro del grupo". Todo para reirnos. No tenemos presidente, sino Primer Ministro, primus inter paris. Al final, todo esto es lo de menos.
Lo mejor para mí es tener esa gente con la que poder contar, sentirse como en casa, con la que siempre hay algo nuevo. Cada día.
Y lo sorprendente es echar de menos a gente que está en la misma ciudad y que, como quien dice, nos acabamos de conocer.
Los ribaltarianos principales: Vincenzo (IT), Axel (SWE), Anthony (UK), Emilie (CH), Patrizio (IT), Gayar (EG), Renata (RUS), Luis (COL-FR), Llopis y yo (ESP). Emma, Pierre, Billy-Bob, Yasmin, Pablo, son otros que saben bien de qué va esto.
Personalmente me parecen unas personas de lo más interesantes con las que da gusto hablar, salir, viajar.
Espero que no os haya resultado aburrido. Estas cosas son para vivirlas, no para contarlas, pero al ser parte de mi vida aquí y tener media vida "allí" (volvemos al tema de la entrada anterior), quería compartirlo.
Besos y abrazos.
¡Viva la Ribalta!
Ministry of Foreign Affairs, Creativity and Communications.
hoy voy a hablar, tal y como auguré hace un par de entradas, de la Ribalta. En su momento dije que hablaría de un grupo de personas que hemos coincidido en este árido rincón del planeta. Este grupo tiene un nombre y se llama Ribalta. Sé que parece algo infantil, pero es la cola que une el conglomerado y cumple las funciones de bandera, himno y territorio.
Ribalta
Del italiano:
Ribalta: teat.
Parte più avanzata del palcoscenico dove a fine spettacolo si presentano gli attori per ricevere gli applausi SIN proscenio: presentarsi alla r.
|| le luci della r., la vita teatrale ~fig. la notorietà
|| fig. venire, salire alla r., diventare noto, ottenere successo
Y todo empezó en un muy improvisado (y relatado aquí) viaje al desierto occidental (esta vez, el improvisado viaje salió perfecto). Viajábamos un grupo de unos 20.
Y de esos 20, unos pocos nos conocíamos de toda la vida. Sé que suena raro decirlo así, pero es la mejor expresión para definir lo que pasó. Siempre he pensado que una de las mejores muestras de comodidad con alguien que se conoce es poder estar en silencio durante un buen rato sin sentir incomodidad o sin tener la imperiosa necesidad de tener que decir algo o abandonar el sitio. Los que me conocéis sabéis que estos ratos abundan en mi carácter (supongo que debido a la parte norteña) y no me refiero a mis famosos "dos minutos"... que cruz! Es un buen síntoma.
El caso es que, desde la vuelta de ese viaje, hemos seguido quedando y, en esta ciudad, me da la sensación de que son mis amigos, mi familia. Somos un pequeño grupo donde todos tenemos inquietudes, intereses, aspiraciones, gustos, humores y tantas otras cosas afines. Es como estar con viejos buenos amigos de los que te has perdido los últimos años. No pensaba encontrar gente así y, aunque era un poco escéptico al principio (siempre lo soy con este tipo de cosas), me HE sorprendido al abrirme tanto a ellos.
Lo raro es que todos tenemos una idea parecida en la cabeza y ese espíritu/sentimiento refuerza un poco la unión de esta "comunidad" -me estoy partiendo imaginando la cara que tendréis cuando leáis esto. No espero que lo entendáis, simplemente que lo sepáis. Sé que parece algo extraño pero cuando vengáis, os daréis cuenta de lo que hablo y, por experiencia, os cambiará parte de la visión de la vida. No exagero (escribo en "Modo Gallego")-
Lo de la constitución vino en una de las tantas cenas (a la cual en concreto no fui) donde Vincenzo habló sobre los valores que creía que nos inspiraban y terminó dando un nombre a esto: la Ribalta.
Los valores no están definidos -sería un atraso y una limitación-, no tenemos territorio, tenemos himno, bandera y tenemos "cargos ministeriales dentro del grupo". Todo para reirnos. No tenemos presidente, sino Primer Ministro, primus inter paris. Al final, todo esto es lo de menos.
Lo mejor para mí es tener esa gente con la que poder contar, sentirse como en casa, con la que siempre hay algo nuevo. Cada día.
Y lo sorprendente es echar de menos a gente que está en la misma ciudad y que, como quien dice, nos acabamos de conocer.
Los ribaltarianos principales: Vincenzo (IT), Axel (SWE), Anthony (UK), Emilie (CH), Patrizio (IT), Gayar (EG), Renata (RUS), Luis (COL-FR), Llopis y yo (ESP). Emma, Pierre, Billy-Bob, Yasmin, Pablo, son otros que saben bien de qué va esto.
Personalmente me parecen unas personas de lo más interesantes con las que da gusto hablar, salir, viajar.
Espero que no os haya resultado aburrido. Estas cosas son para vivirlas, no para contarlas, pero al ser parte de mi vida aquí y tener media vida "allí" (volvemos al tema de la entrada anterior), quería compartirlo.
Besos y abrazos.
¡Viva la Ribalta!
Ministry of Foreign Affairs, Creativity and Communications.
martes, 15 de diciembre de 2009
Aquí y allí
Apreciados seres que léeis estas líneas,
el tiempo fuera de las fronteras "naturales" de uno no tiene nada que ver con el ritmo del tiempo aquí, en el mundo exterior.
Sé que esto parece una de las postales del tío Chema (el afortunado que alguna vez viera los Fraggle Rock me comprenderá) pero no se trata de eso.
Aunque podría extenderme, tampoco es cuestión de filosofar (podría intentarlo durante toda la mañana).
Mi vida se congeló cuando me monté en el avión que me trajo a El Cairo. Desde aquí, todo lo que conocía en mi mundo parecía ir lento, muy lento. En cambio en el nuevo destino, nueva casa -con lavadora-, nueva gente, nuevos sitios, todo va a 100.
El desfase de ritmos da pie a equívocos con colegas y familia, y sigo sin contar con la diferencia del país en sí mismo -y no sólo del tiempo-. Es complicado acoplarse a todo y vivir aquí Y allí. Pero no imposible. Es como estar en medio y saborear un poco de cada lado...y sacrificar las otras dos mitades. El sabor final no es el más dulce.
Sólo me pregunto si a alguien más le sucede algo parecido.
Ahora, un poco del "allí" se ha venido, mi madre, con jamón y -sorpresa- Cola Cao (gracias Pilar). Y espero que otros hagan lo propio más adelante (lo de venir, no lo de traer jamón... que también!).
No es la primera vez que me pasa esto de lo que hablo, y precisamente por llevar varias experiencias similares, me atrevo a escribir sobre ello.
Esta entrada no está completa, lo sé, pero hoy, servidor, no da para más ;)
Besos y abrazos, y no le deis vueltas al coco.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Siria y Jordania
Queridos lectores, pacientes lectores,
el viaje fue el mejor ejemplo de improvisación y poca previsión. Lo más grave, el tema de visado para Siria y tanta entrada y salida entre estos países en un viaje que se planeó sencillo y práctico pero que salió como el culo, aunque lo pasáramos bien. Tan contentos y tan panchos nos plantamos en la frontera siria y sinceramente creo que nos deberíamos haber llevado muchas collejas, pero bueno, voy por partes.
Lo digo ya, lo mejor, volver a la gente.
Llegamos a Amman y nos recogió Rachel en coche. Quedamos a la 1 am, y 45 minutos después Pablo y yo le cantamos el cumpleaños feliz. Estuvimos con ella charlando hasta tarde (está genial la tía, allí en Estambul) y nos fuimos a dormir para, al día siguiente first thing, ir a Damasco en taxi. Aquí es donde podemos meter el asunto de la frontera que, al final, no llegó a más, la verdad, pero pudo haber sido una broma pesada. Lo peor, el trato de sobrados de los policías fronterizos.
El caso es que llegamos y nos metemos en el hotel que nos recomendó Rachel. A partir de ahí, a patear hasta el día siguiente que llegaba Pabliño.
En esta época del año (como debe ser en este hemisferio del globo) hace frío en Siria. En Egipto no, no mucho. No íbamos preparados.
Llega Pabliño, conocemos a Mario, becario de informática de Damasco, alquilamos coche y nos piramos los cuatro a Palmira.
A esto que, en mitad del desierto, por donde va la carretera, me da por preguntar en alto eso de: “Oye, ¿de gasolina cómo vamos?” Silencio sepulcral.
Y aquello con poca pinta de que apareciera una Cepsa a la vuelta de la esquina, la verdad. Total que seguimos a 80 Km/h, en quinta y en mucho silencio y alguna risa floja. Paramos en el primer sitio con luz que vemos, el Café Bagdad 66, en mitad de la NADA.
El tipo nos da té (leche con galletas a Llopis) y su número de teléfono por si nos quedamos tirados. Nos informa que de ahí a Palmira sólo hay una gasolinera… a la entrada de Palmira, a algo más de 100 Km. La luz de la gasolina no se ha encendido todavía cuando, después de pagarle los tés a precio de caviar, tiramos de nuevo carretera y manta. Todo eran risas. Nos habíamos convencido de lo peor: Carretera y desierto.
Conducía yo y a cierto punto me dirijo a Pabliño y le digo algo tal que así:
“Pablete, tengo dos noticias. Una es que la luz de la gasolina está encendida” –le comento.
“¿Y la otra?” –me dice él.
“La otra es que no pita cuando se enciende” – ...miradas de órdago.
110 Km más tarde, vemos luces en la lejanía: Palmira ...snif, snif… pestazo a gasolina quemada: los posos del depósito!
Cuando llegamos a la gasolinera, creo que el coche tenía autonomía para 50 metros más. El caso es que el gasolinero, majete, nos pregunta de dónde somos y le respondo que yo soy de “Ishbiliya” y me dice que está viendo el Sevilla – Valladolid por la tele. Nos metimos todos en la caseta (con estufa) del gasman a beber té y ver el partido. El pavo es madridista. Nobody’s perfect. Fue un buen rato de descompresión.
Con el depósito lleno después de todo esto te sientes poderoso. Llegamos al hotel e hicimos la visita de las ruinas por la noche (iluminadas)
Espectacular (--fotos--)
Dormimos en el pueblo después de un castizo botellón en las ruinas. Si me vieran mis padres o mis colegas los historiadores/arqueólogos me iban a dar más collejas para terminar aún más tonto.
Al día siguiente, Palmira de día y de vuelta a Damasco. La carretera del desierto tenías constantes desvíos hacia la izquierda, hacia Irak. Tentador. Miradas de “no hay huevos” y una voz de “no, no, estáis locos”. Aventuras cero, gracias.
Decidimos que para qué andar con prisas y tirar a Jordania si íbamos a tener que dormir en Amman de todas formas y no nos daría tiempo a ir a Petra. Fue un momento bueno para ir a Aleppo pero alguién curraba al día siguiente (justificado). Aventuras cero.
Antes de llegar pasamos por Ma'loula, uno de los pocos pueblos que mantiene el arameo como lengua de uso (y no sólo litúrgica). Está medio excavado en la montaña. Es muy bonito.
Llegados a este punto, con frío, cansados, con pocas ganas de ir corriendo a los sitios, fuera de presupuesto ya a dos días de pillar el avión, decidimos quemar cartuchos en Damasco con Pabliño, salir por ahí a cenar, dormir y echar la mañana siguiente por las calles de Damasco hasta la hora de comer para volver a Amman (y Pabliño a Beirut).
El viaje de vuelta fue sin incidencias aunque los dos que venían con nosotros casi se quedan en la frontera por llevar visado sirio caducado… en fin.
Amman para dormir después de una buena cena. Visita matutina y, al aeropuerto.
Al llegar a El Cairo, mal rollo con el taxista a casa. Pérdida de mi móvil. Mal rollo con el taxista al Hourreya donde nos esperaban Álvaro y Esther (que vinieron de Oslo a pasarse el finde en El Cairo y se quedaron en casa) con los colegas.
Amman no merece la pena ni siquiera una mañana. Damasco merece dos o tres días. Palmira un par o uno bien aprovechado viajando de noche.
Me (nos) hubiera gustado ir, al menos, al Mar Muerto, pero con el frío, la lluvía y el poco tiempo, creo que iba a ser más una tontería que una aventura. Hay una línea bastante fina entre estos dos conceptos en el siglo XXI.
Saludo a Rachel, a Alvarito, que no le mola el blog (sólo hay que acostumbrarse Alvaro). Un besazo a Esther. A Pabliño le digo que me sorprende mucho cada vez que hablo con él y que me alegro de que esté encontrando su sitio en Beirut.
Y a Llopis… a Llopis creo que lo voy a echar de menos los próximos días mientras esté en Etiopía.
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