viernes, 15 de marzo de 2013

Malasia (I) Food, mood, good...

Tal y como acabó en Tailandia, empezó en Malasia: con un paso y una hora de vida desaparecida.

Pocas cosas parecía que habían cambiado. El tráfico seguía al revés, las sonrisas seguían ahí, el verde, el asfalto, las tiendas... pero los conductores de autobús hablaban inglés. Eso ya marcaba una diferencia que, más bien, cubría una necesidad que me aportaba "comodidad", al menos de momento.
Cruzar la frontera tiene sus pros y contras: aceptas no pagar a los corsarios de la agencia de transporte, pero te encuentras sólo, con un país nuevo delante de tus ojos y con muchas posibilidades... de llegar y de perderte (...de perderte).

jueves, 7 de marzo de 2013

Half (*)

Don’t sit with half-lovers.
Don’t endorse half-friends.
Don’t read for the half-talented.
Don’t live a half life.
Don’t die a half death.

Tailandia (y III) Fronteras

    Los días en Krabi se pasaron volando entre paseos, horas dedicadas a la pluma y al papel, visitas al mercado nocturno (de comida) y charlas de sobremesa con Franco, el propietario de la Pizzería Firenze, junto al paseo del ríio. Política, viajes, Tailandia (y sus gentes) y el diablo capitalista que me hospedaba fueron los temas principales que nos sumían en horas de café y vino mientras caían cuatro gotas o el diluvio universal -versión concentrada-.