lunes, 26 de julio de 2010
Sobre la pérdida
Queridos buscadores del tesoro del pirata Morgan,
a veces se pierde.
Es más, a veces, sabemos que vamos a perder. Sobre si es bueno o malo, depende mucho de la persona y del momento. Pero ¿perder el qué? Se pueden perder tantas cosas...
Esto es como todo: algunas personas se orientan a lo que pierden; otras, a lo que ganan. Aprendí en un máster que, en economía, lo llaman "coste de oportunidad" y lo llegan a cuantificar. Sinceramente, me pareció una salvajada; un ejemplo más del interés por los números y la pérdida de los valores humanos.
No me creo que decidamos por los números; al menos, no del todo.
Cada día que me levanto (también los que me quedo en la cama) me planteo la jornada. A veces me pregunto qué estaría haciendo si estuviese en mi país, con mis amigos, mi familia. Si tuviera otro trabajo (que, por cierto, voy a cambiar en unos días). Las cosas (con esto me refiero a mi vida) serían totalmente diferente. Lo mismo de antes: ni peor, ni mejor (de nuevo nos encontramos ante el resurgimiento más arduo del lado gallego).
He perdido gente que he querido, su amistad -que queda vacía después de mucho tiempo-; pero he ganado a otros. He perdido experiencia en mi tierra, pero he pasado de peregrino a local en otras latitudes.
He aprendido que hay personas que son irreemplazables. Y otras que, aun no siéndolo, no queremos reemplazar.
También me doy cuenta, cada día más, que la frase es cierta: querer es poder. Y que muchas veces tan sólo hay que hacer como los caballos: mirar para adelante y caminar hasta conseguir el objetivo.
Muchas veces me ponía a pensar en lo que podría haber hecho en tal o cual circunstancia. Creo que es una pérdida de tiempo y una injusticia para el presente de cada uno. Está bien aprender del pasado, pero cebarse con él es cegarse para siempre.
De todas formas hay un VIDEO muy chulo (del maravilloso grupo RSA Animate -chicos, estoy encantado con vosotros-) que explica los tipos de pensamiento y cómo la cultura de cada uno influye en el tiempo y modo de ver la vida. Espero que algún alma caritativa (o aburrida) lo traduzca al español. De momento, en inglés.
Y siguiendo con la reflexión: si ya mezclamos tiempo, voluntad y aspiración tenemos un cacao enorme.
Dice una frase del Talmud: "No preguntes tu camino a quien lo conoce. Podrías perderte". Las conclusiones sobre este consejo, a diferencia de lo que hace el Talmud, voy a dejarlas al arbitrio de cada uno, que para eso cada persona es un mundo y tiene un cerebro adaptado a su circunstancia personal.
Este país, Egipto, piensa a caballo entre el ayer y el mañana. La conclusión más natural (que es lo que ocurre en la práctica) es que viven en el presente. Todo va bien hasta que te toca mezclarte con los locales. Seas "pasadista" o "futurista" en tu forma de ser, aquí, utilizando la expresión más castiza, estás jodido. Por eso, aunque me saque de quicio, entiendo es normal que después de llamar a Mahmoud durante 5 días, a raíz de 2 veces por día para reservar, confirmar y reconfirmar una reserva de hotel para el fin de semana; cuando llego al hotel me digan:
- No tengo ninguna reserva a su nombre, señor. Y el hotel está lleno.
Y me sigue sorprendiendo aún más que Mahmoud se extrañe cuando le explico lo ocurrido y le digo que no vuelvo a contratar con él.
El lado positivo de todo esto es que estoy aprendiendo a tomarme las cosas con más calma, a observar a los otros y a admirar ciertos modos de entender la vida (de buenos amigos). Y esto me hacía falta porque, aunque no os lo creáis, soy mucho menos serio de lo que parece ;)
Sed buenos.
miércoles, 14 de julio de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)